El funeral de Juan Gómez-Acebo, celebrado el pasado 8 de septiembre, ha vuelto a poner en evidencia la tensión existente entre la reina Letizia y el rey Felipe VI, así como con el resto de la familia real. El evento, al que asistieron numerosos miembros de la realeza, estuvo dividido en dos actos. El más íntimo se celebró por la mañana en San Isidro, y fue allí donde se notó la ausencia de Letizia, un gesto que no pasó desapercibido.
Entre los asistentes estuvieron Felipe VI, los reyes eméritos Juan Carlos I y Sofía, y la infanta Cristina, acompañada por sus hijos Pablo, Miguel e Irene Urdangarin, además de otros miembros destacados de la familia como Froilán y Victoria Federica. Sin embargo, la reina Letizia decidió no asistir a este acto matinal, una decisión que causó malestar en el entorno de la familia real, especialmente en su esposo, el rey Felipe.
La decisión de Letizia de ausentarse del funeral matinal acentuó las tensiones entre la reina y Felipe VI
La reina optó por acudir solo al segundo acto, celebrado por la tarde en la Iglesia Catedral de las Fuerzas Armadas de Madrid, un evento más abierto al resto del entorno de la familia. Esta decisión ha sido interpretada como un desplante hacia el núcleo duro de la familia, lo que ha provocado una enorme tensión entre ella y el rey. Durante la ceremonia vespertina, se pudo notar la frialdad entre ambos. Letizia se mantuvo aislada, sin interactuar prácticamente con nadie y sin intercambiar palabras con Felipe, quien también se mostró distante durante todo el evento.
Este conflicto no es nuevo. Las tensiones entre Letizia y el resto de la familia real vienen desde hace tiempo, con algunos rumores señalando que el conflicto comenzó en 2013, coincidiendo con el escándalo del caso Nóos y el consecuente distanciamiento de la infanta Cristina. Letizia nunca ha tenido una relación fluida con las hermanas del rey, lo que ha acentuado los problemas familiares en los últimos años.
Letizia se rebela contra el ‘pacto de Zarzuela’
Una crisis que se ha hecho más evidente desde las revelaciones de Jaime del Burgo acerca de presuntas infidelidades de Letizia al rey Felipe VI, y que se ha acentuado en los últimos días previos al funeral con la aparición de la llamada foto del "pacto de Zarzuela". Una imagen en la que aparecían Felipe VI, Elena, Cristina y la reina Sofía, mientras que Letizia no estaba presente porque se encontraba representando a España en los Juegos Paralímpicos de París.
Para Letizia, esta imagen fue una humillación pública, ya que parecía mostrar una unión dentro de la familia real al margen de ella, reforzando su percepción de sentirse excluida. Sentirse ninguneada le ha llevado a tomar decisiones como el no acudir a actos como la parte íntima del funeral que requieren de la máxima representación de la familia real.