Letizia y Felipe odian los fines de semana. Les temen por dos razones. Primero porque se evidencia ante toda España que el matrimonio está roto, marchándose Felipe de fiesta con los amigos de viernes a domingo. Ha habido dos escapadas consecutivas a Soria y a Lleida, y eso porque lo han fotografiado vecinos de las dos poblaciones. Zarzuela no informa de la agenda de los reyes los sábados y domingos. Ahora mismo, sábado, Felipe puede estar en Londres y Letizia de viaje romántico por Francia, como los que hacía con Jaime del Burgo cuando llevaba 6 años casada con Felipe y la crisis del matrimonio era secreta. Ahora todo el mundo la conoce y cada uno va por su lado. No coinciden ni en los entierros. Al del primo del rey tuvo que ir solo. ¿Por qué? Porque era domingo. Letizia tenía otros planes. El segundo motivo por el cual los reyes detestan el viernes por la tarde es porque Zarzuela hace pública la agenda de la próxima semana. Momento en que se puede deducir cómo va la cosa. Si Letizia no tiene actos, como pasó hace poco, es que la relación está fatal. Si Letizia no comparte ni un solo acto con Felipe es que están a matar. Eso pasará la semana que viene: Felipe y Letizia no se verán, ni en casa, ni fuera de casa.
Los reyes tendrán nueve actos: siete Felipe, dos Letizia y ni uno solo los dos juntos. Eso se decide en un momento en el cual toda la opinión pública espera un gesto de complicidad entre los cónyuges que no llega nunca. Y todo bajo la sombra alargada de Jaime del Burgo. El amante de Letizia sigue silenciado a la fuerza, en medio de una cuenta atrás de 48 horas con la que él mismo desafió a Zarzuela. El ultimátum le cayó a él: Del Burgo comiéndose su boomerang. Nada más perjudicial a un vanidoso, ególatra y bocazas como Jaime que cerrarle el grifo desde donde predicaba, sus redes sociales. Algunos temen por su vida. Muerto el perro no se ha muerto la rabia. Felipe y Letizia siguen distanciados y la prueba irrefutable es cómo la prensa afín gira la tortilla a cada signo de distanciamiento entre ellos. Atención al gesto que demuestra que Letizia ha dicho adiós a Felipe: se ha quitado el anillo de casada. Cualquier persona interpreta este gesto de la misma manera: Letizia da por perdido el matrimonio. Y es así. Felipe, católico y amante de las apariencias, sigue conservando la alianza en el dedo anular veinte años después, a pesar de saberse engañado por una relación extramatrimonial, incluso cuando tenía la mano malhería y con una férula:
Lo más divertido de esta historia es cómo la prensa afín, la que esconde a Del Burgo, escribe: "El bonito gesto del rey Felipe con la reina Letizia a unas semanas de su 20 aniversario de boda". Lecturas asegura que el rey mantiene la alianza en un gesto romántico y que Letizia no lleva ningún anillo porque así evita hacerse daño cuando da la mano en los actos oficiales. La revista escribe ""Hay un bonito gesto de Felipe hacia Letizia que deja claro que su relación sigue intacta: Felipe nunca se quita su alianza de casado. Letizia, en cambio, no lleva ningún anillo por los continuos apretones de manos que hacían que el anillo le hiciera daño, llegando incluso a hacerse pequeñas heridas. Por ello decidió guardar sus anillos y llevar sus manos libres (sic)". Es falso que Letizia no lleve anillos, solo se ha desprendido de la alianza de casada. Sigue luciendo oro y diamantes en todos los actos oficiales, incluso cuando fue, hace pocos días, a una escuela infantil en León:
EN Blau ya se hizo eco del último libro de Letizia donde se escribe que los reyes viven en alas separadas de Palacio y no coinciden ni para comer ni para dormir. La cuenta atrás para el divorcio solo es un secreto para la prensa que cree que contar lo que sucede no vende o que Zarzuela los reñirá. Casa Real envía mensajes sutiles: cambio de director de orquesta (Camilo), reordenar la agenda, y Felipe menospreciando a Letizia y dando cada día más relevancia a la princesa. Cuando acabe su formación militar, verano de 2026, Leonor ya estará en condiciones de suplir el agujero que dejará la divorciada Letizia.