Letizia es madre de dos niñas, Leonor y Sofía. Sin embargo, según las especulaciones y teorías conspiratorias podría haberlo sido de algunas más. Y es que Isidre Cunill, Jaime Peñafiel o Joaquin Abad, han propagado siempre el rumor de los abortos de la reina antes de conocer a Felipe VI, uno de ellos con David Tejera o otro con el jefe del periódico Siglo XXI en México. Lo que si que está claro es que la mujer del rey habría podido tener tres hijas, dos de ellas biológicas y una adoptiva, pero Casa Real no le dejó dar ese paso. Juan Carlos se negó en rotundo porque podía perjudicar a la corona, y de esa forma podría recibir el mismo trato que sus hijas biológicas. Sería otra infanta, aunque por edad también podría ser la reina de España, ya que iría por delante de Leonor.
Se trata de Carla Vigo, la hija de su hermana Erika Ortiz. La joven quedó completamente sola cuando su madre, Erika Ortiz, falleció en febrero de 2007 tras un suicidio. En ese momento, Carla era solo una niña, y su madre, demasiado joven para partir. Se sabe que Erika Ortiz atravesaba episodios de depresión. La noticia conmocionó a la familia Ortiz Rocasolano y también a los Borbón, quienes, sin desearlo, se vieron nuevamente en el centro de la atención mediática. Erika había planificado su trágico final, enviando a su hija a pasar la noche en casa de una vecina, lo que indica la premeditación del acto. En el lugar se encontró un frasco de pastillas, pero no dejó ninguna nota de despedida.
Letizia, hermana de Erika y esposa del entonces príncipe Felipe, siente una profunda culpa por lo sucedido. Está convencida de que los problemas de su hermana comenzaron cuando ella anunció su compromiso con Felipe, lo que expuso a la familia al escrutinio público. Este sentimiento de responsabilidad ha llevado a Letizia a centrar gran parte de su labor en temas relacionados con la salud mental.
Letizia mantenía a Carla Vigo
Erika Ortiz había pasado por un proceso de separación un año antes de su muerte, tras romper su relación con Antonio Vigo, el padre de su única hija, Carla. En el momento de su fallecimiento, Erika mantenía una relación con Roberto García, quien fue la persona que encontró su cuerpo sin vida al entrar en su casa la mañana siguiente. La causa de su muerte fue una sobredosis de barbitúricos. Meses antes de este trágico desenlace, Erika había solicitado una baja por depresión, mientras trabajaba como decoradora para la productora de Emilio Aragón.
Este triste episodio en la vida de la familia Ortiz Rocasolano dejó una huella profunda, especialmente en Carla, quien ha tenido que crecer sin la presencia de su madre. El recuerdo de Erika y el impacto de su fallecimiento siguen marcando a quienes la conocieron y han generado una reflexión sobre la importancia de la salud mental y el apoyo emocional en situaciones difíciles.
Aunque Letizia siempre se ha desvinculado de los Borbón y los Ortiz Rocasolano públicamente, la reina se comprometió a hacerse cargo de todos los gastos de Erika, no quiso que le faltase de nada. Pero finalmente no pudo adoptarla. De su propio sueldo pagaba todos los gastos.