La infanta Elena quiso celebrar su 60 cumpleaños con toda la familia y algunos amigos íntimos, una cifra tan redonda como esa no puede pasarse por alto. La familia Borbón está totalmente rota, pero tras los últimos acontecimientos, la hermana de Cristina creía que sería posible. Su primera idea era celebrar este evento en Zarzuela, la casa de sus padres. Sin embargo, a Letizia no le hacía ninguna gracia. Más que nada porque estaba prevista la asistencia de Juan Carlos y el exmonarca tiene terminantemente prohibido poner un pie en palacio. No podrá volver nunca más. La versión oficial es que la madre de Victoria Federica y Froilán no quería una fiesta tan encorsetada, por este motivo decidió celebrar el aniversario en un restaurante de moda de la capital madrileña.
Elena de Borbón invitó a toda la familia sin excepciones, a pesar de los problemas que existan entre algunos miembros. Letizia, Felipe, Leonor y Sofía también recibieron la suya. Se esperaba que ninguno de ellos asistiese al acto, pero sorprendieron con su aparición. Los reyes acudieron muy elegantes, unidos y sonrientes al cumpleaños de la infanta. Son muchos los que creen que lo hicieron para zanjar los rumores de una supuesta infidelidad de la reina al rey con Jaime del Burgo. Las declaraciones del abogado han dañado el matrimonio.
Letizia muestra otra cara en el cumpleaños de la infanta Elena
"En estos momentos la reina Letizia está haciendo penitencia. Está comiendo con su familia política con quien tan mala relación tiene. Esta familia política que la detesta y que le ha hecho la vida imposible estos últimos años", ha comenzado, directa y tajante, Pilar.
“Yo creo que ha tenido que agachar la cabeza. Lo que no ha conseguido nadie, lo ha conseguido [Jaime] del Burgo. Con esos tweets ha conseguido que Letizia se convierta en una persona sumisa, que pida disculpas de esta manera, que quiera estar al lado de su familia y que la proteja la familia real, algo que hasta ahora no había necesitado porque estaba en una posición de fuerza y ahora no lo está", ha reflexionado Eyre.
Letizia saludó divertida a los medios de comunicación congregados a las puertas del restaurante. Incluso se paró a decir unas palabras. Posteriormente salió del restaurante con otra sonrisa, pero mucho antes que el resto de invitados. Según personas del entorno, la reina se comportó de la misma forma de siempre con los familiares de su marido. No se dirigió a ninguno de ellos, solo hizo acto de presencia. Con la única que habló es con la tía Pecu. Ni tan siquiera se dignó a felicitar a la infanta Elena, y no trajo a Leonor y Sofía para que nadie consiguiese una fotografía de las jóvenes con Juan Carlos.