Se sabrá todo. La única certeza tras décadas de mentiras sobre la Familia Real es que no se puede engañar a todo el mundo todo el tiempo. Todo mentiras: el matrimonio de amor monógamo de Juan Carlos y Sofía, la generosidad y altruismo del anterior jefe del Estado, la religiosidad de Letizia casada por la Iglesia, la inteligencia de Felipe universitario, la calidad humana de los cuñados de Felipe... Todo ha caído a plomo. Falso.
Así que cuando alguna cosa extraña pasa en los Borbones hay dos versiones, la de Zarzuela y la verdad. El último escándalo de Letizia ha sido no poner un pie en el funeral de su abuela Menchu, muerta a los 93 años en pleno verano.
Las bisnietas Leonor y Sofía no fueron al último adiós de la difunta ni a rendir respeto al ataúd a Ribadesella el pasado 28 de julio, miércoles. La enterraron en un humilde cementerio, precioso y sin aspavientos, en familia pero sin un solo miembro real. Ni tampoco fue la otra nieta, Telma Ortiz. Letizia sí fue al funeral de su otro abuelo, el marido de Menchu, cuando era princesa.
La gran anciana, periodista y ejemplo de feminismo e integridad que Letizia alabó durante años, no mereció que la reina cogiera un avión y fuera a despedirla ni diera el pésame a su padre huérfano, Jesús Ortiz y a la tía republicana, Henar Ortiz. Los dos hijos de la difunta, solos:
Peñafiel se pregunta en el digital LOC por qué Letizia no fue a Ribadesella aquel último miércoles de julio: "La ausencia de Letizia en el funeral de su muy amadísima abuela Menchu, después de habérnosla metido hasta en la sopa desde que se anunciara el compromiso, mereció que Joaquín Prat preguntara, como millones de españoles, dónde se encuentra la nietísima".
Peñafiel insulta a la cronista real de La Vanguardia y de Telecinco, Mariàngel Alcázar y la llama "la niñera real, guapa" por una célebre foto de la periodista con Leonor en brazos cuando era pequeña. Escribe Peñafiel con mala sombra: "Entró en directo en el programa de Joaquín Prat la niñera real, asegurando en defensa de Letizia: "No ha sido a propósito, nadie puede pensar que no ha querido estar con su familia en este momento"
Peñafiel mata a Letizia: "¡Por supuesto, guapa! Nadie piensa que no haya querido ir al entierro. Simple y sencillamente no ha podido. Por encontrarse fuera de España en uno de esos paraísos a los que gusta perderse al llegar el verano". Letizia no estaba en el funeral en Ribadesella porque ya hacía vacaciones, secretas, pagadas y escondidas a los contribuyentes.
Peñafiel remacha el clavo con un detalle revelador: "El bronceado con el que ha reaparecido, la delata". El primer acto oficial, en Mallorca, después de la muerte de la abuela paterna de Letizia, reaparece morena como si aterrizara del Caribe. EN Blau lo denunció y Peñafiel también.
El luto sólo para cuando entierre a su suegro Juan Carlos. Aquel día, Letizia en primera hila, no se lo perdería por nada el mundo. si es necesario, cavará ella el agujero en el suelo.