Letizia y Sofía han recuperado una relación cordial. Entre ellas hay una gran competencia y muchas diferencias. La actual reina está dispuesta a superar a la emérita. Es considerada una de las ‘Royals’ más elegante. La única crítica que recibe es su falta de cercanía. Da una imagen fría y calculadora, al ser una mujer que quiere que todo sea perfecto y esté controlado. Su suegra es una mujer muy creyente, y muchos de sus actos institucionales estaban relacionados con la religión. Esto es uno de los grandes cambios que se vivieron con la llegada de la madre de Leonor y Sofía al trono. Letizia prefiere actos con fines culturales y solidarios.
Sin embargo, Sofía y Letizia si que comparten algunas aficiones. Hay muchas cosas de Casa Real que no figuran en la agenda. Muchos de los planes de la reina son de carácter privado. En su tiempo libre sale de esas cuatro paredes y el lugar que visita es totalmente sorprendente. Habría sido motivo de algunas conversaciones amables con su suegra.
Letizia y Sofía, amantes del esoterismo
Se trata del gusto de ambas por el esoterismo, una disciplina en la que estarían muy interesadas y de la que, tal y como ha informado Look, no les habría impedido disfrutar su cargo.
Tal y como informa Look, la reina Letizia acude a escondidas, camuflada en gafas de sol y sin la presencia de escoltas, a una conocida librería madrileña especializada en dicha temática, La Central de Callao. No obstante, el gusto de la mujer de Felipe por esta disciplina se queda en los libros, una simple curiosidad. En Sofía va mucho más allá, es una tradición familiar, ya que Irene de Grecia y Federica también creían en esta ciencia.
"Le fascina el ocultismo, el tarot, el misterio OVNI y todo eso", han manifestado fuentes cercanas a la Reina emérita, tal y como ha recogido Look. De hecho, tal fue su interés que el escritor y Doña Sofía "visitaron las ruinas de Nazca y mantenían largas charlas", ha asegurado la periodista Pilar Eyre en 'La soledad de la Reina'.