La gira catalana de la Familia Real ha vivido el momento más esperado, la entrega de los Premios Princesa de Asturias en un auditorio de Lloret de Mar. Las 4 figuras principales de Casa Real no han faltado a la cita, dejando estampas imposibles de olvidar. Como por ejemplo, la elección de vestuario de Leonor y la infanta Sofía: Letizia continúa su guerra particular, disfrazando a las niñas (a una más que a la otra) mientras ella luce juvenil y estupenda. Una chapuza estilística de primera categoría, y que ha sido criticada con fruición en la opinión pública.
Decimos que percibimos la mano negra de la reina en la cuestión de los looks, porque tenemos antecedentes en la materia. En todo caso, en esta ocasión parece que, además, tenía un mal día. Que no estaba de buenas, ni inspirada. El ademán teatral de la esposa de Felipe VI, que empezó la semana con una impactante portada de revista del corazón diciendo que estaba "harta", se ha resquebrajado durante la gala en Lloret. Un gesto difícilmente perceptible en directo, pero que en vídeo resulta despectivo y muy gráfico. Presten atención, sobre todo a las manos.
Durante la entrada de los royals al auditorio, el hijo de Juan Carlos ofrece su mano a Letizia para ayudarla a subir unos ligeros peldaños. Un gesto de educación y también de empatía, sabiendo de sus problemas podológicos. El rostro de la reina es gélido, ni lo mira a la cara. Alarga su brazo y coge, tímida y suavemente, la extremidad de su marido, pero el contacto es fugaz. Son como polos que se repelen. Inmediatamente, Letizia retira su mano con un movimiento rápido y contundente, y continúa su camino en solitario. Felipe ni se inmuta, no es la primera vez que vive una situación parecida. La repetición de la jugada, la moviola, es todavía más concluyente. De buen rollo, armonía y amor, poquito.
La reacción de las redes al episodio en tierras catalanas, relatado por un periodista y tuitero de crónica royal, no se ha hecho esperar demasiado. Muchos de los espectadores lo tienen claro: "Ya está enfadada", sentencian a la reina. "La señora no está de humor, "se notaba incómoda", "esto huele que apesta, sigue la cosa mal, muy mal". Solo uno saca la cara por la asturiana: "Algo le habrá hecho él antes". Parece que de eso va la cosa: de deudas, de revanchas, de pasar cuentas. Cuánto amor.