La pandemia está yendo bien a dos tipos de personas: las feas y tímidas por la mascarilla, y las personas ariscas y maniáticas para no tocarse con nadie. Letizia destesta dar la mano en los inacabables besamanos porque le acaba la mano hecha un trapo. Se quita los anillos para no tener heridas. Ahora la revista Lecturas revela que Letizia es feliz por no tener que tocar al pueblo español en la gira por las 17 CC.AA.
La reina es una obsesiva healthy y evita virus, bacterias y piojos con la nueva normalidad: no tocar ni a su marido. Escribe la revista catalana del corazón: "Es algo que ha hecho muy feliz a la reina. En lugar de estrechar la mano a modo de saludo hace un gesto con la cara a modo de bienvenida o agradecimiento, o levanta la mano desde la distancia. Letizia se siente más cómoda. 'Detestaba' tener que estrechar las manos a centenares si hablamos de multitudinarios actos".
A la reina le queda sólo Extremadura, Galicia, Navarra, Cantabria y acabar la gira en su Asturias con el fin de julio. Letizia querría que la nueva normalidad llegara para quedarse. La mascarilla tapa la cirugía y el contacto físico es de pobres.