La tortilla ha dado la vuelta para Letizia. Después de ser ella quien toma todas las decisiones de la corona dejando a Felipe VI como un personaje secundario, ahora se ha quedado totalmente sola, sin fuerza. La reina es una mujer calculadora y controladora, pero estos últimos meses han escapado de su control. Se ha iniciado una campaña de desprestigio que ha conseguido devolverle al rey su sitio. Tantos años apartado de su familia para alejarse del apellido Borbón, ha conseguido recuperar ese contacto, aunque sea algo que a su mujer le enerve.
Si analizamos las últimas apariciones de Letizia con Felipe, ella está cada vez más sola. Totalmente desubicada y la falta de complicidad y coordinación entre ellos es más que evidente. Ni se hablan, no duermen juntos, tampoco quieren cruzarse por Zarzuela, incluso cuando llegan a un acto lo hacen por separado. La relación estaría totalmente rota a falta de confirmación oficial.
El pasado martes Letizia liberó su agenda institucional para asistir a la misa homenaje a Constantino de Grecia, aunque no era su deseo. Se vio obligada por Felipe y prácticamente por el resto de la familia, en la que ahora se apoya tras perder su poder. El rey salió de la capilla del brazo de Juan Carlos, conversaron y se abrazaron tranquilamente fuera para que las cámaras pudiesen hacer las pertinentes fotografías con tranquilidad. Unas imágenes que estarían más que preparadas. Felipe quiere recuperar el contacto con sus padre y mostrar una buena relación para traerlo de vuelto a España. Letizia no quiere estar en contacto con los Borbón, pero ahora mismo no le queda otro remedio.
Felipe se muestra con Juan Carlos sin importar la presencia de cámaras
Letizia es quien decidió que Juan Carlos abdicase y unos años más tarde se exiliase a los Emiratos Árabes, no quería que nadie enturbiase la corona. Según el periodista especializado en la casa real Jaime Peñafiel, es la consorte quien movió los hilos para alejar a Juan Carlos del núcleo duro de la familia real.
Felipe y Letizia discutieron numerosas veces por los Borbón, especialmente por Juan Carlos en la época en que sus fechorías estaban a la orden del día. El rey ha pedido a su mujer traerle de vuelta, pero ésta se niega en rotundo. “El hijo agredía personalmente a su padre arrojándole una herencia a la que no tenía derecho y castigándole hasta la humillación, apartándole de la vida pública nada menos que ante un notario y suprimiéndole con mal estilo hasta la asignación a la que tenía derecho”, empezaba el cronista.
“Todo apunta que fue Letizia quien, en una acalorada y violenta bronca con Felipe, con una falta total del mínimo respeto, le forzó, le obligó a romper definitivamente con su padre. No le valió a la enfurecida Letizia que Felipe intentara razonarle incluso llorando. ¡Esto le matará! Es mi padre... Piensa más en tu hija. Tal y como está la situación, no llegará a reina .... No hay la menor duda y según testigos, de que Letizia ha salido fortalecida en esta crisis. Y Felipe, el perdedor. En Zarzuela ya no hay más voz que la de ella que más que reina consorte lo que quiere ser es reina madre”, aseguró Peñafiel.