Jesús Ortiz tomó una decisión que cambió la vida de su familia: trasladarse de Oviedo a Madrid. Lo hizo por una oferta laboral que le surgió como periodista en la capital, una oportunidad que no podía desaprovechar. Sin embargo, en aquel momento, su relación con Paloma Rocasolano no atravesaba su mejor fase. Tras muchas discusiones, decidieron mudarse, principalmente porque Paloma aceptó el cambio para mantener a la familia unida y darles a sus hijas la oportunidad de crecer con ambos padres cerca. Paloma, quien trabajaba como enfermera y estaba cerca de jubilarse, dejó atrás no solo su trabajo sino también sus amistades y la cercanía de su familia en Oviedo, sacrificando mucho en pro de la unión familiar.
Después de unos años, el matrimonio entre Jesús y Paloma terminó, y ambos decidieron separarse. A lo largo de su carrera, Jesús entabló una estrecha amistad con una compañera de trabajo, Ana Togores, quien comenzó a ser una figura incómoda para sus hijas: Telma, Erika y Letizia. Aunque no hubo indicios claros de infidelidad, parecía evidente que la ruptura del matrimonio estuvo influida por la presencia de Ana. La diferencia de edad entre Ana y Jesús, sumada a que Ana tenía una edad similar a la de las hijas de Jesús, fue motivo de incomodidad para las jóvenes. Esta situación llevó a un distanciamiento emocional entre Letizia y la pareja de su padre, ya que las hermanas no podían ver en Ana un rol materno ni aceptar su relación con Jesús.
A pesar de la relación estable y duradera que han mantenido Jesús Ortiz y Ana Togores durante décadas, su noviazgo se formalizó discretamente y sin gran exposición mediática. Incluso, cuando Letizia se casó con el entonces príncipe Felipe, Jesús asistió sin Ana a la ceremonia, de la mano de su exesposa, Paloma. En aquel momento, se buscaba evitar cualquier escándalo que afectara a la familia real, dado que la atención ya estaba centrada en la unión de Felipe con Letizia, una mujer con un pasado distinto al perfil de la realeza. En eventos posteriores, como los bautizos de sus nietas Leonor y Sofía y otras celebraciones familiares, Ana Togores ha asistido discretamente, aunque no aparece en las fotografías oficiales ni tiene una relación cercana con Letizia.
Ana Togores necesitó ayuda psicológica por el trato de Letizia y sus hermanas
Hoy en día, aunque Paloma Rocasolano y Jesús Ortiz han dejado atrás sus diferencias hasta el punto de compartir espacio en las fotografías familiares, la relación entre Letizia y su padre sigue siendo distante. Con los años, este distanciamiento se ha hecho más notable, especialmente porque las hijas de Letizia, Leonor y Sofía, tampoco pasan festividades importantes, como el Día de Reyes, con su abuelo. Los rumores sugieren que esta lejanía se debe, en parte, a la forma en que Jesús ha tratado a Ana Togores, lo que ha causado una profunda brecha en la relación familiar.
Ana Togores lo pasó muy mal cuando no fue aceptada en la familia y Jesús Ortiz se vio obligado a esconderla públicamente y hacer ver que mantenía una relación con Paloma Rocasolano cuando estaban divorciados. La comunicadora tuvo que acudir a terapia para afrontar esta situación. Se le vino el mundo encima, todo por culpa de Letizia. Su vida se convirtió en un infierno.