Letizia es una mujer muy controladora y calculadora, demasiado ambiciosa. Durante la última década es ella quien se ha ocupado de dar las órdenes tanto en casa como en la corona. Felipe VI siempre ha obedecido sus órdenes, por ello sus amigos le llamaban “calzonazos”. Pero el año pasado todo cambió. La monarca perdió peso en la institución por culpa de la campaña de desprestigio que se inició y que tuvo a Jaime del Burgo como protagonista. El abogado reapareció en la vida de los reyes como un fantasma del pasado y destapó el mayor secreto de Zarzuela. Según su versión, Letizia habría sido infiel a Felipe VI con él durante muchos años. Es en ese momento cuando la asturiana se apartó y quedó relegada a compromisos menores. Casi todo el peso de la corona recae en el actual monarca.
La reina no tiene casi relación con sus dos hijas. Leonor y Sofía han acabado hartas de su madre. Siempre ha sido muy exigente, demasiado controladora con ellas, no han tenido ni la más mínima libertad, prácticamente no han podido disfrutar de su niñez ni de su adolescencia. Por ello irse a Gales o a la formación militar ha sido lo mejor que les ha podido pasar para sentirse como unas adolescentes más.
Letizia no aguantaba a Felipe Vi, las niñas solo veían discusiones
A los 16 años las dos volaron del nido, se marcharon al prestigioso internado UWC Atlantic College de Gales. Este año la infanta Sofía terminará las clases y la princesa navega a bordo del buque escuela Juan Sebastián Elcano. Todavía le queda un año más para volver supuestamente a Madrid. La infanta volvería este verano, aunque se desconoce si ella también tendrá la obligación de realizar la formación militar.
La idea es que ambas estudien en las universidades públicas de Madrid como hizo Felipe VI, aunque todavía no se ha hablado de ese punto, ni se ha hecho oficial. Hay demasiada controversia. Leonor y Sofía no quieren volver a Zarzuela por no sufrir el excesivo control de su madre.
No tienen una buena relación con Letizia principalmente porque siempre les ha hablado muy mal de Felipe VI. La reina hacía de menos a su marido delante de sus hijas. Veían como le trataba con desprecio, inferioridad, dando órdenes y gritos. Es un carácter que nunca han tolerado de su madre. No es justo. Por ello han sentido más cercanía con Felipe VI, le ven como una persona más cercana, en la que pueden confiar.
