Letizia ha hecho un ejercicio muy grande para limpiar la imagen de la corona de los Borbones. Juan Carlos estuvo a punto de tirar por tierra la monarquía española y perjudicar a su hijo y a su nieta. Ha sido la reina quien ha tomado cartas en el asunto y ha puesto solución al tema con la ayuda de su equipo. Ella es quien ha dado las órdenes y Felipe VI quién las ha ejecutado, a veces con mucho dolor y sin ganas de hacerlo. Como una primera medida se obligó a Juan Carlos a abdicar, posteriormente se retiraron las funciones y las prestaciones a toda la familia real. Casa Real solo se compuso de los actuales reyes y sus hijas, con la reina Sofía como emérita. A partir de ese momento los desplantes a la familia del rey han sido un constante. Por lo menos públicamente, siempre se les ha tratado como familiares de segunda.
Y es que la mayoría de ellos han dado muchos problemas a la imagen de la corona y han puesto en jaque el futuro reinado de Leonor, algo que Letizia no piensa consentir. Son muchos años de trabajo duro. Uno de los mayores problemas que ha tenido la corona española, más allá de Juan Carlos e Iñaki Urdangarin, son Victoria Federica y Froilán, los hijos rebeldes de la infanta Elena.
Victoria Federica, la otra enemiga de Letizia
Froilán protagonizó las pasadas navidades una pelea con arma blanca a las puertas de una discoteca en el lujoso barrio de Salamanca. Un mes más tarde, después del primer aviso, se le desalojó de un after ilegal. Era una sauna sin licencia y superaba el aforo permitido, además, en la habitación donde se encontraba el joven con un grupo de amigos, la policía encontró sustancias estupefacientes. Todo un escándalo que Zarzuela tuvo que frenar de raíz. Letizia dio un ultimátum a la infanta Elena, o decide ella por sus hijos o deciden ellos. Finalmente, Juan Carlos intervino y se decidió que el sobrino mayor de Felipe VI se marchase a trabajar a los Emiratos Árabes, donde por fin se siente valorado.
Victoria Federica es algo más cometida, pero otro de los graves problemas de la corona. Ha encontrado su verdadera vocación gracias a su padre, las redes sociales. Ahora es influencer y parece que se ha acomodado en este ámbito laboral. Casa Real no quiere a ningún miembro de la familia tan expuesto. A la joven no le ha importado conceder entrevistas personales o fotografiarse en photocalls.
La joven siempre ha tenido amigos y parejas muy polémicas, Jorge Bárcenas no era del gusto de Letizia, tampoco de su madre, en eso coinciden. Pero tampoco están contentas con Albert Arenas o con Roca Rey, dos de sus amigos.
Victoria Federica también se salta la ley siempre que quiere, no es consciente de su apellido, aunque lo usa a su favor siempre que le conviene. La hermana de Froilán fuma, bebe, le gusta la fiesta, contesta de malas formas a la prensa con una actitud prepotente, la han descubierto robando, y ha recibido más de una multa de tráfico. Es otro peligro. Letízia ya valoró con la infanta Elena la posibilidad de mandarla a Estados Unidos, Milan o Londres. A ella le apasiona la moda y le encantaría mejorar su inglés. No hay mejor excusa para crecer en redes sociales. Aún así no han podido convencerla, Madrid es su sitio.