Casa Real habría hecho todo lo posible para que Felipe vuelva a ser el principal representante de la corona española, Letizia le había quitado demasiado peso en la institución. Era la protagonista de todos los actos institucionales. Se inició una campaña de desprestigio que aireó una supuesta infidelidad de la reina al rey con Jaime del Burgo, pero parece que en los viajes internacionales no ha surtido mucho efecto. La monarca ha vuelto a ser la protagonista por su elegancia y saber estar. Ha triunfado nuevamente con su ‘look’ para la recepción de los españoles que trabajan en los Países Bajos. Esa fue la primera toma de contacto de los reyes en Ámsterdam antes de ver la mañana de este miércoles a Guillermo y Máxima de Holanda en La Haya.
Los reyes volaron a los Países Bajos el pasado martes al mediodía, llegaron alrededor de las cinco de la tarde. Puntuales, como siempre. Cogieron el avión de Estado en la T4 del aeropuerto de Adolfo Suárez-Barajas. Felipe y Letizia no estuvieron solos, viajaron con el equipo de confianza de ambos. La reina llevo a siete personas, entre las que destacan su estilista y peluquera.
De su peluquera y estilista a su masajista personal
La figura de la reina sirve de inspiración para innumerables personas, mostrando un carácter firme y estratégico, quizás un tanto dominante, pero notablemente perseverante, alcanzando sus metas con dedicación incansable. Cada desafío se convierte en una oportunidad para demostrar su compromiso absoluto. Sin embargo, el mérito de su éxito no recae únicamente sobre sus hombros. A su alrededor se congregan los más destacados consejeros, individuos en quienes deposita su plena confianza. Lejos de rodearse de desconocidos, ha optado por tener cerca a personas conocidas, como su peluquera y confidente, Luz Valero, quien ha sido su colaboradora desde sus días en los noticieros de TVE, extendiendo su colaboración hasta el Palacio de la Zarzuela. José Manuel Zuleta ejerce como su mano derecha, dirigiendo la Secretaría de la Reina y supervisando todos los eventos en los cuales participa Letizia. Otra íntima amiga, a quien conoció en un evento en Madrid, se encarga de su imagen, Eva Fernández.
La agenda de la reina es vertiginosa, por lo que cada semana reserva tiempo para recibir masajes que alivien su estrés. Además, no descuida su forma física, dedicando tiempo al gimnasio incluso durante las vacaciones. Cuando viaja, ya sea a un hotel o en un yate, exige una sala equipada con aparatos para mantener su cuerpo en forma y practicar pilates. Su envidiable musculatura y figura tonificada son objeto de admiración y conversación constante. Letizia no concede descanso a su leal personal ni siquiera durante sus momentos de asueto. En esta ocasión también ha pedido utilizar el gimnasio del palacio de Ámsterdam, donde se alojan estos dos días, y se ha traído a su masajista personal.