Felipe y Letizia no atraviesan su mejor momento personal. Acaban de cumplir veinte años de relación, y el año que viene lo harán de casados. Es una de las historias de amor de la realeza más duradera, sin embargo, como todas las parejas tienen sus problemas. Según Pilar Eyre en una ocasión estuvieron a punto de divorciarse, su mayor crisis sucedió cuando estalló el caso Nóos y la corona pendía de un hilo. La ahora reina obligó al rey a castigar a toda su familia, les retiró de los Presupuestos Generales del Estado, dejaron de hacer planes juntos y finalmente exiliaron a Juan Carlos. Este proceso no fue fácil para el monarca, pero tampoco para la madre de Leonor y Sofía, quien no pierde ni una sola batalla.
La mayoría de sus peleas han estado relacionadas con Iñaki Urdangarin o Juan Carlos. Ya en el bautizo de Irene, Letizia no dejó a los padres del exjugador de balonmano quedarse a dormir en Zarzuela, tampoco quiso ir al cuarenta cumpleaños del marido de la infanta Cristina. Ahora los reyes se enfrentarán a otra importante crisis en su matrimonio, un momento de cambio.
Los monarcas se quedarán solos por primera vez en 18 años. Sus dos hijas emprenderán caminos separados alejados de Zarzuela. Leonor viajará a Zaragoza para realizar el primer curso de la formación militar en la Academia General Militar con el ejército de tierra. Por su parte, Sofía se instalará durante los dos próximos años en Gales para estudiar el bachillerato internacional en el UWC Atlantic College de Gales.
Letizia, más viajes internacionales para alejarse de Felipe
Letizia ya se prepara para el síndrome del nido vacío. A partir de septiembre la vida de los reyes cambiará por completo. Ella ha intentado rellenar aún más los pocos huecos de su ajetreada agenda con el fin de pasar el menor tiempo posible al lado de Felipe. De esta forma nota menos la ausencia de sus hijas y hay menos peleas en el matrimonio.
La reina, escudándose en la edad de la reina emérita Sofía, le ha quitado los viajes internacionales, ahora será Letizia quien se encargue de ellos. Felipe tampoco para de viajar, en estos días se encuentra en Nueva York donde tiene varios actos antes de aterrizar en Palma de Mallorca. Mientras tanto, la madre de Leonor y Sofía ha aprovechado su ausencia para salir a cenar de incógnito con unas amigas. Es imposible reconocerla porque sus guardaespaldas hacen todo lo posible para que tengan un sitio reservado para ellas y cuando hay mucha gente se viste muy diferente, tapándose entera, incluso a veces usa mascarilla y gafas de sol o sombrero. De esta forma pasa totalmente desapercibida.