Sorpresas en el ámbito de Casa Real. Desde hace semanas se hablaba del cumpleaños de la infanta Elena. Se habían lanzado muchas preguntas al aire y hoy todas han tenido respuesta. Un nuevo encuentro familiar que se presentaba con ciertos problemas, y más tras las últimas declaraciones de Jaime del Burgo en las que acusaba a Letizia de ser infiel a Felipe con él. La madre de Victoria Federica y Froilán cumple este miércoles 20 de diciembre 60 primaveras, una cifra redonda que no quería pasar por alto. Ha aprovechado esta oportunidad para reunir a toda la familia, o por lo menos intentarlo, ya que es una tarea muy complicada.
La infanta Elena quería reunir a todos los Borbón y a algunos amigos íntimos en Zarzuela. Era el primer escenario que pensó para esta celebración. Sin embargo, unos días antes se declinó por otra ubicación. Según las informaciones oficiales para que no fuese una fiesta tan encorsetada, mientras las malas lenguas creen que ha sido porque Letizia ha prohibido que se celebre en palacio para que Juan Carlos no pise su antigua casa.
Juan Carlos y Letizia se reencuentran en el cumpleaños de la infanta Elena, ni una palabra
Sea como sea, finalmente la infanta Elena ha celebrado su 60 cumpleaños con toda la familia. Como se ha podido ver en las fotografías que han facilitado varias agencias a los medios de comunicación, Felipe y Letizia han aceptado finalmente la invitación. Se han presentado solos, unidos, muy elegantes y con una sonrisa. Tal vez una estrategia para silenciar los rumores de una supuesta infidelidad en el pasado. Allí se han reencontrado con Juan Carlos I, con quien quieren aparentar una cierta normalidad. Ya no hay ningún cargo sobre él y tiene total libertad. El emérito podría regresar a España, aunque nunca más podrá pernoctar en Zarzuela.
Entre Juan Carlos y Letizia nunca ha existido una buena relación. De hecho, el emérito ha contado en más de una ocasión a sus amigos más íntimos que la reina es la culpable de todos sus males. La madre de Leonor y Sofía piensa exactamente igual. La monarca está muy enfadada porque cree que el marido de la reina Sofía estaría detrás de la última polémica con Jaime del Burgo y Jaime Peñafiel. Un episodio que debería permanecer en silencio y ha visto la luz.
Letizia y Juan Carlos han mantenido las formas por el bien de todos los presentes, pero ni tan siquiera se han saludado, y han querido ponerse cada uno en una punta de la gran mesa presidencial donde se encontraba la infanta Elena.