Juan Carlos I ha vuelto a estar en el centro de la atención mediática, aunque esta vez de manera no intencionada. Recientemente se dio a conocer que había establecido una fundación en Abu Dabi, cuyo propósito sería facilitar la herencia a sus hijas, las infantas Elena y Cristina. Este acto, que tendría como objetivo evitar que su patrimonio fuera supervisado por Hacienda, generó un gran malestar entre la ciudadanía, desencadenando numerosas críticas. En este contexto, la reina Letizia habría vuelto a confrontar al rey Felipe VI sobre la situación del emérito, insistiendo en la necesidad de distanciarlo de España. Para Letizia, es crucial proteger tanto su reinado como el futuro de su hija Leonor, y parece que considera que la presencia de Juan Carlos podría poner en riesgo esa estabilidad.
No obstante, esta no ha sido la única controversia que ha rodeado a Juan Carlos I en las últimas semanas. Se ha especulado sobre la inminente publicación de un libro de memorias donde repasaría su reinado, abordando tanto sus éxitos como sus errores. A este hecho se le suma la reciente publicación de unas fotografías en una revista holandesa que confirmarían la relación extramatrimonial que mantuvo con Bárbara Rey, lo que ha sido percibido como una humillación pública para la reina Sofía y ha supuesto un nuevo problema para la imagen de la Casa Real.
Durante el mes de septiembre, Juan Carlos ha estado en España, dividiendo su tiempo entre Madrid y Sanxenxo. El rey Felipe VI había mostrado la intención de normalizar las visitas de su padre al país, pero esta iniciativa se ha visto afectada por la revelación de estas nuevas informaciones. A pesar de ello, ha sido sorprendente que los reyes, incluida la reina Letizia, se hayan reunido con Juan Carlos en Marín. Aunque en otras ocasiones se habría optado por alejar al emérito, en esta ocasión se le permitió asistir a la Escuela Naval de Marín, donde Leonor se encuentra recibiendo formación militar este año.
Letizia solo aguantó 20 minutos al lado de Juan Carlos I, la mayor humillación como reina
Tras cumplir con sus compromisos oficiales, Felipe y Letizia viajaron inesperadamente a Marín, en un movimiento que no estaba previsto en la agenda pública. La razón de este desplazamiento fue la conmemoración del aniversario de la 40ª promoción de la Armada del Rey. Durante la cena que tuvo lugar para celebrar el evento, los reyes y la princesa Leonor estuvieron acompañados, de manera sorpresiva, por Juan Carlos I. A pesar de lo incómodo de la situación, se trató de un encuentro privado, del que no se ha publicado ninguna imagen, con el fin de desviar la atención mediática de las recientes revelaciones sobre la vida privada del emérito.
Este gesto por parte de la Casa Real ha servido para desviar el foco de las comprometedoras fotografías que han salido a la luz. Ahora, el tema principal de discusión es la reunión privada entre los reyes, Leonor y el emérito. Lo que resulta llamativo es que Letizia, quien siempre se ha esforzado en evitar que sus hijas Leonor y Sofía tengan contacto con Juan Carlos, haya permitido este encuentro. Sin embargo, quienes presenciaron el momento aseguran que la tensión era palpable, describiendo esos 20 minutos como uno de los momentos más incómodos que se recuerdan. La tensión entre Letizia y Juan Carlos es evidente, y las miradas entre ambos reflejaban una profunda incomodidad. Este encuentro ha sido interpretado como una humillación pública hacia Letizia, y hay quienes piensan que el emérito la culpa de muchos de los problemas que le han rodeado en los últimos años. A su vez, la reina Letizia cree que Juan Carlos pudo estar detrás de algunas recientes declaraciones que la perjudican, lo que confirma que la relación entre ambos es muy tensa y está lejos de mejorar.
