La reina Letizia, los últimos días, ha tenido una de cal y una de arena. Dos momentos en que se ha emocionado, pero uno, por una mezcla de pena y alegría, y el otro, por una alegría incontestable. Hace unos días despidió a su hija mayor Leonor, que se ha ido seis meses a surcar los mares con sus compañeros de la escuela naval de Marín, a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano, para seguir con su formación militar marina. Una despedida lacrimógena, con la reina deshecha por decirle adiós durante medio año a su hija mayor desde el puerto de Cádiz, allí con su marido plantado como un pasmarote a su lado y diciéndole adiós a la princesa.

Letizia llorando mientras despedía a su hija GTRES
Letizia llorando mientras despedía a su hija GTRES

Después de aquello, aunque sus hijas ya están creciditas, se ha vuelto a rodear de chiquillos, donde ha estado compartiendo momentos y recuerdos de sus tesoros más preciados, la heredera, Leonor, y la infanta Sofía. De ellas dos ha hablado en un acto reciente donde se ha visto alguna imagen curiosísima, con la asturiana rodeada de decenas de niños y niñas que le han dibujado una sonrisa de oreja a oreja. ¿Dónde? En el CEIP 'Cortes de Cádiz' de Sanchinarro, en Madrid, un centro que forma parte de un programa pionero de educación socio-emocional, 'Think Equal', para niños y niñas de 3 a 6 años.

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Letizia, rodeada de niños y niñas GTRES

Durante esta visita los alumnos le entregaron a Letizia diferentes dibujos y ella confesó uno de sus grandes secretos, dónde tiene el tesoro mejor guardado de su casa, los dibujos que de pequeñas le hicieron y regalaron sus dos hijas, que todavía conserva: "Yo guardo todos los dibujos de Leonor y Sofía de cuando tenían cinco años. Donde tengo los dibujos de Sofía y de Leonor voy a poner los vuestros, ¿vale"?, le dijo a su joven público. No fue el único momento que rompió el protocolo. También lo hizo cuando se sentó en el suelo y después de estar charlando con ellos aprovechó para leerles un cuento, una historia que habla de emociones a través de un insecto, una mariquita. Lara, la mariquita amarilla, con amigas como 'Mary Mariposa' y 'Marta Mantis'de las autoras Catherine Holtzhausen, Martha Evans, y Nadene Kriel. Un libro que ha hecho que los seguidores de la reina quieran tener y leer a sus hijos.

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En otro momento, tal como destaca alguno de los presentes, "compartió cuál era su estado de ánimo gracias al animómetro, una herramienta que se usa para identificar y regular los estados emocionales". Una Letizia emocionada por su visita y el recibimiento, que les hizo una promesa a los niños y niñas: "Me invitáis otro día a leer más cuentos. Y también podemos hacer que todos leamos un poco. Todo tenemos algo que nos hace únicos. Lo importante es lo que somos y puede ser de muchas formas diferentes". Una Letizia que en actos como estos es donde se la ve menos encorsetada.