Desde que Letizia Ortiz entró en la familia real española, su vida se ha convertido en un continuo ejercicio de discreción y control. Cada detalle de su pasado ha sido revisado minuciosamente, cada historia familiar, depurada para encajar en el protocolo monárquico. Sin embargo, hay un capítulo que la reina ha mantenido en la sombra durante más de dos décadas: la existencia de Otilia, la mujer que, según diversas fuentes, es su tía materna pero cuya presencia ha sido prácticamente eliminada del relato oficial.

El origen de esta historia se remonta a los abuelos maternos de Letizia, Enriqueta Rodríguez Figueredo y Francisco Rocasolano. Mientras que la historia oficial los presenta como un matrimonio consolidado y sin grandes sobresaltos, la realidad es que Enriqueta ya había sido madre antes de casarse con Francisco. Fruto de su primer matrimonio, nació Otilia, una hija que, con el tiempo, fue apartada de la familia principal y quedó relegada a un segundo plano.

Los abuelos maternos de Letizia, Francisco Rocasolano y Enriqueta Rodríguez / GTRES

Un secreto bien guardado en la familia Rocasolano

Pero la historia no termina ahí. Según diversas fuentes, Otilia, con el paso de los años, quedó completamente fuera del núcleo familiar de los Rocasolano. Mientras que Paloma Rocasolano, la madre de Letizia, creció con su hermano Francisco dentro de una estructura familiar tradicional, Otilia vivió al margen, sin compartir el mismo reconocimiento ni el acceso a los círculos más cercanos de la familia.

Cuando Letizia conoció a Felipe VI, el pasado de su familia comenzó a ser analizado con lupa. La Casa Real, obsesionada con la imagen de la futura reina, se aseguró de construir una narrativa sin fisuras. Y en ese proceso, Otilia desapareció del mapa.

Letizia y Felipe anuncian su compromiso

La llegada de Letizia a Zarzuela y el silencio sobre Otilia

Durante 21 años, la existencia de esta tía ha sido ignorada en cualquier conversación oficial sobre los Rocasolano. Ni en entrevistas, ni en reuniones familiares ha habido una sola mención a Otilia. Y, aunque algunos miembros de la familia conocen la historia, el silencio ha sido la norma.

El motivo de por qué Letizia ha evitado reconocer públicamente a Otilia es una incógnita a día de hoy. Algunas hipótesis apuntan a que la reina ha intentado proteger su imagen y la de su familia, manteniendo solo aquellas partes de su historia que encajan con la narrativa oficial de una monarquía modernizada pero con raíces firmes. Ya fue atacada por algunos frentes por tener un abuelo taxista y no habría querido que salieran a la luz informaciones que son consideradas humillantes por las altas esferas.