Entre Letizia y la reina Sofía siempre ha existido una gran rivalidad. La emérita, como Juan Carlos I, nunca quiso a la asturiana en su familia. También creyó que una plebeya solo traería problemas, ella pertenecía a la realeza griega y la emparentaron por obligación con la española, aunque ella estaba enamorada de la noruega. Le dolía por Felipe VI porque tenía que aceptar un matrimonio no correspondido, y no sería feliz, como tampoco lo ha sido ella, pero es el precio a pagar por pertenecer a la corona. Su hijo rompió las reglas y todas sus parejas fueron plebeyas. La última, Letizia. Con ella ya no pudieron. La ambición de la entonces princesa hizo que llegase al trono alejando a los Borbón.
La reina Sofía ha visto como Letizia se hacía rápidamente con el poder. Ella tuvo que enseñarle a ser una buena reina, pero le ha adelantado. La actual monarca ha recibido un gran aprobado por parte de la ciudadanía a pesar de la frialdad que siempre se le ha criticado. Es considerada la reina más elegante. La más aclamada de todas las monarquías europeas.
Letizia siempre ha tenido envidia de la reina Sofía
La reina Sofía empezó a tener celos de Letizia, se llevaban mal por la competencia, las dos querían destacar y ser consideradas las mejores reinas. "Recuerdo que la reina Sofía decía: 'He ido a la ópera y no me han sacado. ¿Qué tengo que hacer para salir más?'. Le decíamos que no se preocupara, que tenía los mejores datos de aceptación de la gente. Pero ella veía cómo Letizia le hacía sombra”, explicaba uno de los empleados de Zarzuela.
Letizia y Felipe VI aprendieron de los errores de los eméritos, especialmente de Juan Carlos I. Sabían todo lo que no debían hacer y como podían reconducir la corona y volver a conseguir la aceptación de la ciudadanía para garantizar el futuro de Leonor.
Aunque siempre ha habido celos entre Letizia y la reina Sofía. La exmonarca se ha mantenido siempre en la institución. Es la única de la familia que mantuvo sus funciones y un sueldo. No obstante, Letizia ha intentado en varias ocasiones que Felipe VI jubile a su madre por su avanzada edad. Algo que de momento continúa sin suceder. Es la única forma de quitársela de en medio y que toda la atención se centre en ella.