Desde hace tiempo, los rumores sobre el distanciamiento entre el rey Felipe VI y la reina Letizia han dejado de ser simples especulaciones. La realidad de su matrimonio, según fuentes cercanas, es que está completamente roto. Aunque mantienen las apariencias por sus hijas, Leonor y Sofía, la convivencia ha quedado relegada únicamente a las ocasiones en las que ambas están en Madrid. El resto del tiempo, cada uno hace vida por separado.
Durante muchos fines de semana, cuando tienen más margen para actuar con libertad, Letizia suele abandonar el Palacio de la Zarzuela. Aprovecha esos momentos para desconectar, aunque lo que realmente hace es reencontrarse con alguien muy especial. Así lo asegura la periodista Laura Rodríguez, quien lleva tiempo investigando los movimientos de la reina.

Escapadas de Letizia los fines de semana
Rodríguez afirma que Letizia mantiene una relación sentimental con un empresario catalán, un hombre influyente, rico y con varias propiedades en el extranjero. Uno de sus refugios preferidos es una villa en la Riviera Francesa, una zona que garantiza privacidad absoluta y donde pueden pasar tiempo juntos lejos de la mirada pública.
Este fin de semana, justo después de un acto oficial en León, Letizia habría viajado a esta propiedad francesa. Algunas fuentes apuntan a que llegó el viernes y que permanecerá allí hasta el lunes por la tarde, coincidiendo con un periodo sin compromisos oficiales. La villa se ha convertido en su escapada habitual, una especie de oasis donde rehace su vida lejos de Zarzuela.
La crisis va de mal en peor
El punto de inflexión en el deterioro de la relación de los reyes llegó en 2012, cuando estalló el caso Nóos. Fue entonces cuando Letizia mostró una actitud muy crítica hacia la infanta Cristina, presionando para que se la apartara de la familia real. Más adelante, utilizaría el mismo argumento para empujar la abdicación de Juan Carlos I. Aunque Felipe entendía que el daño a la imagen de la monarquía era real, no pudo evitar sentirse traicionado por Letizia, quien nunca mostró una lealtad incondicional hacia su familia política.

El escándalo se agravó con las revelaciones de Jaime del Burgo a finales de 2023, en las que afirmaba haber mantenido una relación íntima con la reina Letizia desde antes incluso de su compromiso con el rey, y que se habría prolongado después del nacimiento de sus hijas. Lo que más dolió a Felipe, según fuentes, no fue la traición en sí. De hecho, dicen que el monarca siempre estuvo al corriente de todo. Lo que realmente habría molestado al rey fue que Letizia no fuera capaz de mantener en silencio a Del Burgo. Y a todo ello, en los últimos meses, se han sumado las diferencias de opinión en cuanto a la formación de Leonor. Letizia, por ejemplo, no quería que hiciese formación militar. Felipe considera que es imprescindible.