La consorte lo está pasando muy mal tras las revelaciones de Jaime del Burgo sobre sus presuntos affaires intermitentes y reiterados a lo largo de los años. Su imagen ha quedado muy dañada ante la opinión pública. Y ello le está afectando en su día a día. Los nervios están causando estragos en la todavía esposa del rey Felipe VI. Y ello está agravando un problema que la reina sufre desde hace tiempo.

Desde que Jaime del Burgo puso en marcha su guerra contra la reina Letizia, asegurando que habían estado juntos mientras ya estaba comprometida con Felipe VI y cuando ya habían nacido la princesa Leonor y la infanta Sofía, la consorte apenas come y duerme. Atraviesa un episodio de tensión constante, bajo el escrutinio de la prensa y de su propio marido. Y es que el asunto ha agravado profundamente la crisis en el matrimonio que dura desde 2013, cuando Felipe habría descubierto los primeros detalles de las infidelidades de su mujer.

Los nervios por el episodio de Jaime del Burgo afectan profundamente a la reina Letizia

Un estado de nervios de Letizia que está desembocando en un aumento de la pérdida de pelo, lo que le está haciendo recurrir más de la cuenta a los postizos. Cabe decir que ya se ha hablado de los postizos y los injertos de pelo a los que recurre la reina. "Se presume que Letizia lleva una prótesis en la parte trasera de la cabeza", señaló la cronista especializada en uno de sus artículos para la revista Lecturas, deslizando que la madre de la princesa Leonor y la infanta Sofía experimenta adelgazamiento capilar que aborda mediante extensiones o pelucas. Este problema se ha acentuado en los últimos meses.

Felipe Letizia Puig GTRES

La situación en casa no ayuda. La relación con Felipe VI está al límite. El rey hace semanas que hace la vida por su lado, sin contar con Letizia más allá de los actos protocolarios públicos, como la misa funeral de Fernando Gómez-Acebo y Borbón. Y con Leonor y Sofía en Zaragoza y en Gales respectivamente, Letizia se encuentra más sola que nunca en Zarzuela.  

Un problema añadido al día a día de Letizia, una mujer obsesionada con la imagen física y con lucir un aspecto impecable las 24 horas del día. Una Letizia que siempre ha tenido máximas como el deporte o la alimentación sana, y que no ha dudado en pasar por el cirujano plástico para sus retoques estéticos. El pelo ahora se ha convertido en un nuevo problema.