Letizia arrastra muchas etiquetas: huraña, prepotente, operada, obsesiva, controladora... Pero hay una calidad de la reina que acostumbra a destacar toda la prensa cortesana que sirve para taparlo todo: la supuesta elegancia de Letizia. Pasan los años y todos los escándalos reales (Jaime del Burgo, Juan Carlos corrupto, Felipe cornudo, sobrinos caraduras...) las revistas los tapan con un solo tema: los vestidos de Letizia. Es exagerado el volumen de artículos dedicados a alabar la ropa de la reina, como si fuera una calidad suya y no de las modistas. Pero es que ahora ni eso. Por primera vez en mucho tiempo una de las cuatro revistas, la más valiente, la catalana Lecturas, escribe sobre la poca elegancia de Letizia vistiendo. Es tan evidente que parece un boicot de Letizia al viaje oficial de Felipe en Italia. Todos y cada uno de los trajes y looks de Letizia fueron un error y un horror. No puede ser casualidad. Letizia reventando la imagen de la Corona desde dentro.
Pilar Eyre no se corta un pelo, como siempre, y dispara contra la desidia en todos los looks italianos de Letizia. Uno por uno, los destroza:"El desconcierto con el que afrontaban este viaje se vio hasta en los modelos escogidos por la reina. Desde la bufanda supergigante del primer día, como si estuviera en el Polo Norte, acompañada por unos incongruentes zapatos dorados que eran casi sandalias, hasta el excesivo traje mañanero de Carolina Herrera de color rosa Disney y el dos piezas de mezclilla de Alberta Ferreti que llevó en su reunión con la FAO". EN Blau ya advirtió que los looks de Letizia en Roma eran del todo inapropiados.
Otro de los problemas de Letizia que destapa Eyre es que si no le hacen la ropa a medida como es tan extremadamente delgada le queda todo holgado y fatal y no hay cinturón que lo resuelva: "La reina usa una talla 34 y hay marcas que no la tienen y si una modista no ajusta los modelos, quedan muy holgados, como en este caso, por mucho que la reina tratase de disimular con un cinturón. Las piernas desnudas con ese tejido de tweet gris, y el largo de la falda, tan poco favorecedor, conformaban uno de los conjuntos menos bonitos de los que le he visto a Letizia". Ni de día a la FAO ni de noche a la cena de gala: "El traje de noche de Max Mara para la cena oficial ni fu ni fa, era de señora mayor, pero no de ahora, sino de los años veinte del siglo pasado". Letizia va un siglo tarde, no de 2024 sino de 1924:
Después Letizia voló a Nápoles, una ciudad preciosa, excesiva, fabulosa. Decidió vestir como una bailarina en un acto imponente del doctorado honoris causa que recibía Felipe. Espantosa, a juicio de Pilar Eyre:"Y por último la falda de tafetán con vuelo y la camisa blanca de Nápoles parecía un conjunto de ballet y no resultaba adecuado para presidir una ceremonia tan formal como un doctorado honoris causa". Eyre no está sola, la prensa italiana ha visto el fiasco de Letizia al viaje oficial: "Ha causado extrañeza que Letizia vistiera de negro “un color de luto”, que el protocolo le haya asignado tan poco papel y también que, en esta visita al país de la moda, no se haya esforzado más, “ha estado correcta, pero gris”. Letizia, porca miseria.