El miércoles 22 de mayo Felipe VI y Letizia celebrarán 20 años de casados. Celebrar es un término quizás exagerado, como pasa en el caso de sus predecesores en el trono, Juan Carlos y Sofía. Los eméritos solo recuerdan la fecha, y no precisamente como algo positivo. No se soportan desde hace 6 décadas, y ya no se esconden. Felipe y Letizia todavía tienen que mantener el papelón, pero la realidad matrimonial es desastrosa. Solo un pacto de tipo profesional hace que no caiga el chiringuito por completo. Sin embargo, el cartón se ve a kilómetros. Y el demonio, como siempre, se esconde en los pequeños detalles. Las fotos familiares que acaban de ver la luz están llenas de mensajes ocultos, de segundas lecturas.

11 imágenes son las que Casa Real ha distribuido a medios y agencias para conmemorar el día de su boda. Una sesión en los Jardines del Moro del Palacio Real de Madrid, marco inédito del historial de la familia. Familia, sí. No matrimonio. Es curioso que una pareja supuestamente enamoradísima dedique solo el 9% del álbum fotográfico a ellos mismos. Dicho de otra manera: solo hay una instantánea de la pareja. El resto, con Leonor y Sofía. Y no decimos que nos parezca mal que unos padres quieran retratarse con el fruto de su "amor", ni mucho menos. Pero ya saben eso 'ni de calvo, ni dos pelucas'. Zarzuela siempre igual: o se pasan de frenada, o se quedan muy cortos. La única estampa es esta: los dos con postura extraña y un detalle revelador: él la coge por el brazo. No por la cintura, ni de ninguna otra manera romántica o afectuosa. El brazo. Seremos quisquillosos, pero clama al cielo. Son colegas. No enamorados.

Felipe y Letizia / EFE

Tenemos imágenes de Letizia con sus hijas, una de ellas dando la espalda completamente, y también dos retratos en solitario del rey con las jóvenes. Con respecto a composiciones al completo, 4 más. 3 de ellas en un banco de los jardines. Nos centraremos en una de ellas, que nos parece una magnífica descripción del drama interno que refleja la serie, La escena se muestra a Felipe y Letizia solos en el banco, mientras en la distancia se acercan Leonor y Sofía. Los reyes no miran hacia allí, justamente es en dirección contraria. El eje visual es raro. Pero lo que resulta irresistible para el ojo humano es el gesto pasota, incívico y maleducado de la reina, haciendo una cosa que no se tendría que enseñar nunca: poner los pies sobre el asiento. Después nos quejamos de que la gente haga lo mismo en trenes y autobuses. Eso es predicar con el ejemplo, claro que sí.

Letizia con los pies sobre el banco / EFE
Letizia, de espaldas, Leonor y Sofía / EFE

Un último apunte que acaba de dibujar un panorama convulso: el propio hecho de la publicación de las imágenes, hechas a toda prisa y de manera secreta. Son fotografías tomadas el pasado 6 de mayo, según algunas fuentes no oficiales: Leonor obtuvo un permiso en Zaragoza, Sofía volvió de Gales porque tenía un día de fiesta, y Letizia ya caminaba solo con zapatillas deportivas y calzado plano por los problemas que sufrió en Holanda. 12 días después, han visto la luz. No así el que tenía que ser el gran retrato de la pareja real, firmado por la famosísima fotógrafa Annie Leibovitz. Un capricho de la asturiana, que llegaba en un momento de tensión interna disparada, y además el día del aniversario del suicidio de Erika Ortiz. Felipe y Letizia llegaron por separado, con mar de fondo. Él no quería aquel compromiso. Y le ha clavado una pulla descomunal, haciendo pasar por delante las instantáneas edulcoradas, impostadas y frías de los fotógrafos de Casa Real, antes que estrenar el encargo a la gran estrella internacional idolatrada por su esposa. Mensaje a navegantes, sin duda.

Annie Leibovitz / Foto: Robert Scoble - Wikimedia Commons
Felipe y Leonor / EFE