Parece que la reina Letizia ya puede volver a respirar tranquila. El príncipe heredero de Dinamarca cumple 50 años la semana que viene y lo conmemorará con una gran fiesta el sábado 26 de mayo. La celebración se espera bien grande, con los reyes europeos invitados para hacer un desfile monárquico en toda regla. Dos invitaciones han llegado a La Zarzuela, pero todo apunta que rechazarán elegantemente la propuesta. ¿Por qué?
Hay que destacar que la presencia que sí que se espera es la de Marie Chantal Miller, la sobrina de la reina Sofía. Casada con Pablo de Grecia, la prima del rey Felipe VI fue la única de la familia que se pronunció en contra del feo que Letizia le hizo a la emérita delante de la Catedral de Palma. Y no lo hizo con unas palabras sutiles, precisamente... "¡Ninguna abuela se merece este tipo de tratamiento! Caray, ella (Letizia) ha mostrado su verdadera cara", dijo. Unas palabras que fueron como unjarro de agua fría para la monarca, considerando la Casa Real que habían sido "indiscretas, inoportunas y para hacer daño".
Desde entonces la guerra entre las primas es abierta y pública. Precisamente por eso hay tanta expectación ante su primer encuentro. Ya habíamos dicho que la Reina había encontrado una excusa perfecta para evitarla en el cumpleaños del príncipe danés: excusándose diciendo que entre el 20 y 24 de mayo tiene un viaje oficial al Caribe.... Necesitando descansar aquel sábado al estar indispuesta por el jet-lag.
Pues bien, parece que ha querido ir más allá por si acaso eso no colara. ¿Y qué mejor manera que modificar la agenda y ponerse un acto el mismo día del cumpleaños?
La Casa Real ha programado el desfile del día de las fuerzas armadas, casualmente, aquel sábado. Qué casualidad que se esperara que se hiciera el domingo y de golpe haya cambiado... El diario La Rioja confirma que se ha anunciado que se adelantaba "por motivos logísticos".
Eso haría que los Reyes tuvieran la excusa perfecta para no coger un vuelo a Copenhague. Todavía no hay confirmación oficial de su respuesta a la invitación, pero de acabar yendo sin embargo, de bien seguro que la tensión es evidente.