Felipe y Letizia se conocieron en una cena que organizó en su casa Pedro Erquicia. Los dos estaban solteros y se sentaron uno al lado del otro. El príncipe ya se había fijado en más de una ocasión en la última revelación de los informativos de TVE. La actual reina llevaba poco tiempo como presentadora junto a Alfredo Urdaci. Este hizo que este encuentro se produjese. Empezaron a verse a escondidas, a veces en Barcelona, en casa de Iñaki y Cristina, los únicos conocedores de esta relación. No tardaron mucho en hacer oficial su noviazgo. Al año siguiente se casaron.
Juan Carlos y Sofía, como ya sucedió con otras parejas de su hijo, se opusieron a esta relación. El emérito no quería a Letizia en la familia. Tenía todo para poner a la corona en peligro. Plebeya, divorciada de su profesor de instituto, de padres separados y presentadora de informativos. Además, antes de conocer al entonces príncipe, era republicana. Tampoco es religiosa. Sin embargo, la madre de Leonor y Sofía ha demostrado que no es necesario ser de sangre azul para ser reina. De hecho, aunque la sombra de la madre de Felipe era muy alargada, ha conseguido superarla. Es una de las reinas más queridas en Europa.
Letizia tiene un carácter frío y calculador, una persona muy controladora. Eso se nota en cada uno de los actos institucionales a los que acude, en solitario o en compañía de su marido y sus hijas. Siempre examina que nadie se salte el protocolo, por ello aquel recordado mal gesto de la reina a la emérita en la catedral de Palma de Mallorca durante la Misa de Pascua, cuando creían que nadie les veía.
Letizia veía a Felipe poco preparado para ser rey
Sorprende mucho que Letizia haya acabado con Felipe, ya que ella nunca se habría imaginado al lado de alguien de la realeza. Es una mujer a la que le encanta crecer profesional y personalmente, siempre está en continuo cambio y sus amigas sabían que llegaría muy lejos, pero no hasta ser una de las personas más importantes del país. Letizia se convirtió en reina de España, aunque odiase a la corona.
Letizia siempre habló muy mal de Juan Carlos, pero también de Felipe, cuando estaba estudiando y trabajando en México. En el tiempo en que trabajó en televisión, la Ortiz “dejó claro a sus compañeros que ella se sentía republicana y de izquierdas. Alguno incluso llegó a escuchar que se refería al Príncipe de Asturias como ‘Felipito’ o ‘El Borbón’”. Personas de su entorno en México revelan que en más de una ocasión criticó a Juan Carlos por su fama de mujeriego, pero también dijo que al príncipe le faltaba preparación para ser el futuro rey. Además, como hombre, el Príncipe no le parecía atractivo: “decía que no le atraían nada los hombres de pelo chino”.