Estamos a las puertas de otras fiestas navideñas. Para muchos, es una de las épocas más especiales y bonitas del año, sobre todo en las casas con niños. Domicilios y calles se llenan de luces e ilusión, mientras que las familias se reúnen para compartir comidas y cenas por todo lo alto. Sopa de pescado, canelones, besugo o cordero son solo algunos de los platos típicos.
Unas fiestas que, sin embargo, no se presentan tan blancas en la familia real. Las revelaciones de Jaime del Burgo han removido las entrañas de la monarquía. Después de que el rey emérito Juan Carlos I haya sido siempre el infiel por excelencia durante años, la reina Letizia le ha cogido el relevo. Presuntamente, la reina engañó al rey Felipe VI en dos ocasiones, una antes de comprometerse y otra cuando ya habían nacido la princesa Leonor y la infanta Sofía. Se dice incluso que habían hecho planes para instalarse en Nueva York, pero la consorte se echó atrás por miedo a perder la custodia de sus hijas.
La Nochebuena más convulsa de los últimos 20 años
Aun así, en Zarzuela intentan aparentar normalidad. Y aunque la tensión se podrá palpar en el ambiente, celebrarán la Nochebuena como si nada hubiera pasado. Y Letizia, como cada año, ya lo tiene todo dispuesto.
No son unas fechas fáciles para quienes siguen una alimentación saludable como Letizia. Para ella, es una tarea complicada seleccionar el menú de estas fechas. Pero la todavía mujer de Felipe VI cuenta con la inestimable ayuda de importantes chefs y nutricionistas que diseñan su menú. No obstante, a ella le gusta supervisarlo.
La reina Letizia no quiere que nada salga mal. Según reveló el portal Vanitatis, la reina siempre obliga a que la cena esté lista a las 7 de la tarde. El motivo es que quiere que el personal que trabaja para ellos también descanse estos días y puedan irse a su casa con sus respectivas familias. Y también para que nadie esté presente en caso de que las tensiones se pongan sobre la mesa.
Letizia, todo preparado para la cena de Navidad
Y entre lo que suele figurar en el menú, no falta el pavo relleno salteado con verduras, el pudín de pescado y mariscos, angulas, salmón ahumado, jamón ibérico y foie. Mientras que para el postre se suele disfrutar de frutas tropicales con helado de crema de café, delicias de chocolate y dulces navideños, además de polvorones y turrones.
Lo que no será igual será lo que ocurra después de la cena. Normalmente, tras los postres, se reunían alrededor del árbol para abrir los regalos, antes de que Felipe se vaya con su madre y su tía Irene a la misa del Gallo. Este año, en cambio, Felipe se dará a la fuga en cuanto acabe la cena.