Felipe VI llegó a Palma de Mallorca el pasado 26 de julio, unos días antes que Letizia y las hijas de ambos. Es una costumbre desde que se convirtieron el reyes de España. La reina ha decidido poner sus propias leyes y es evidente que no es muy afín a los Borbones ni a sus costumbres. Desde que Juan Carlos abdicó, su nuera ha acabado con todas las tradiciones. Ya no se reúne toda la familia en Marivent ni en Zarzuela porque los monarcas han vetado a todos. No pueden aparecer hasta que se marchen de la isla. El monarca aterriza antes para poder visitar a la reina Sofía y a su tía ‘Pecu’. Pero además aprovecha para cenar con sus amigos del club náutico. Desde pequeño Juan Carlos le transmitió su pasión por la vela y el mar. Es uno de sus deportes favoritos y participa todos los años en la Copa del Rey de Vela.

Este deporte no es del agrado de Letizia, como de costumbre. La reina quiere alejarse de los Borbones en todos lo sentidos. No solo dejar de verles a ellos, también de todas sus costumbres. Por este motivo, desde que Leonor y Sofía nacieron, su madre les vetó hacer vela. La emérita Sofía les quería pagar el curso de verano como al resto de sus nietos para que aprendiesen, pero la entonces princesa de interpuso y les quitó a esa ilusión. Ni tan siquiera ven a su padre en la competición. Letizia apuesta más por la cultura.
Letizia aleja a sus hijas del club náutico
Letizia nunca se ha dejado ver por el club náutico de Mallorca. Es un ambiente que no le gusta ni quiere tener relación. Dan una imagen demasiado adinerada y ella quiere acercarse más a la ciudadanía. La reina ha visitado el club náutico en contadas ocasiones cuando empezó una relación con Felipe, pero una vez que se convirtió en reina se ha desvinculado. Ni ella puede ver a los amigos de su marido, ni ellos a ella. De hecho, nunca han hablado muy bien al monarca de su mujer. Entre ellos dicen que la reina es una marimandona y que controla todas las situaciones. Por su parte, ven a su amigo como un calzonazos que obedece a todo lo que dice su mujer. Ella es quien tiene el control, él solo ejecuta sus órdenes, por ello tampoco pueden culparle de algunas de sus acciones.
La reina ha acabado con la tradición de los Borbones. Leonor y Sofía ya no son asiduas a este deporte, y nunca se han dejado ver por el club náutico. Letizia ha conseguido su propósito. Sin embargo, a Casa Real le encanta el mar y viajar a bordo de un lujoso yate. Este año han alquilado un D50 Coupé para pasar unos días en Palma de Mallorca, y probablemente se lo lleven a un lugar desconocido para los ciudadanos.
