El matrimonio de Felipe y Letizia enfrenta graves problemas que han conducido a un cese de convivencia. La primera crisis se desencadenó en 2013 cuando parece ser que Felipe supo de la infidelidad de Letizia con Jaime del Burgo. Desde entonces, han vivido vidas completamente separadas, marcadas por la decepción y la falta de perdón por parte del rey.
Siguiendo el ejemplo de Juan Carlos y Sofía, Felipe y Letizia han optado por el cese de la convivencia para evitar un escándalo aún mayor. Aunque llevan más de una década separados, aún tienen que mantener la fachada de un matrimonio feliz, especialmente en eventos públicos importantes como la Semana Santa.
Dejarse ver juntos en público para aparentar normalidad no da resultado
La presión sobre Felipe para mantener las apariencias es evidente. A pesar de haber pasado los últimos fines de semana sin Letizia, Casa Real le ha pedido que continúe fingiendo para evitar rumores y especulaciones sobre el estado de su matrimonio. Esto ha llevado a encuentros públicos simulados, como cenas en restaurantes y salidas al cine.
La Semana Santa no ha sido diferente en este aspecto. Como ya hicieron el año pasado, cuando el núcleo duro de la familia real en Chinchón para disfrutar de la Pasión Viviente, este año se han dejado ver en la procesión del Encuentro, en la iglesia de Las Calatravas. Una escena en la que, lejos de emitir sensación de unidad y normalidad, se pudo ver a la reina Letizia apartada y marginada detrás de la familia. Una imagen vale más que 1.000 palabras:
Hace tiempo que Felipe y Letizia no duermen juntos
Recientemente, se ha revelado otro episodio que confirma el distanciamiento entre la pareja real. El pasado martes, Felipe y Letizia viajaron hasta Zaragoza para ir a buscar a la princesa Leonor. En el viaje de vuelta, pararon a cenar en el Hotel Restaurante El Patio, de la Almunia de Doña Godina. "Fue algo completamente inesperado. Somos un restaurante que está cerca de la A-2 y para bastante gente que va de viaje", contaba Eduardo Martín, el dueño del establecimiento a ‘El Heraldo’. Un viaje que los reyes hicieron cada uno en un coche.
Que mantengan las distancias no es algo casual ni esporádico. Siempre que salen de vacaciones duermen en habitaciones separadas. Y también duermen separados en Zarzuela. De hecho, hace meses que Felipe pasa más noches en los aposentos de su madre, la reina Sofía, a 1 km del Pabellón del Príncipe. Solo acude a dormir allí cuando están Leonor o Sofía, o las dos, como en esta Semana Santa. Pero no siquiera entonces comparten cama.