Hace un año y medio, el 31 de octubre de 2023, se produjo un hecho muy relevante en la monarquía española. Ese día la princesa Leonor cumplió 18 años, lo que ya le permite se reina de España en caso de que a Felipe VI le ocurriera algo.
Un hecho para el que desde Zarzuela se preparó una celebración discreta pero emotiva. A la fiesta celebrada en El Pardo asistieron muchos miembros de la familia, incluidos muchos de sus primos Urdangarin y Marichalar. Aunque su relación con ellos siempre ha sido casi nula, tuvieron buena representación.

La infanta Sofía cumple 18 años el próximo 29 de abril
La presencia más destacada ese día, no obstante, fue la del rey emérito Juan Carlos I. El emérito, al que la reina Letizia siempre ha querido mantener alejado de su hija por lo que su imagen puede perjudicar a su futuro reinado, se reencontró con Leonor después de tres años sin verse. La última vez que habían coincidido fue para despedirse de Juan Carlos I cuando este se mudó a Abu Dabi en agosto de 2020.
El próximo martes se celebra otra fecha muy señalada. En esta ocasión es la infanta Sofía la que cumplirá 18 años. Y aunque el hecho no tiene tanta relevancia como la mayoría de edad de Leonor, también habrá celebración.

Juan Carlos I no está invitado
Será algo discreto y menos multitudinario que el 18 cumpleaños de Leonor. De hecho, la princesa no estará, al encontrarse de travesía con el Juan Sebastián Elcano. Algunas voces en Zarzuela propusieron una escapada exprés de la heredera. Pero finalmente se ha considerado que lo mejor es que Leonor acabe el viaje sin interrupciones. Suficiente le está costando adaptarse a la vida en alta mar como para ir sacándola y metiéndola en el buque.
Quien tampoco estará es Juan Carlos I. Letizia ha conseguido que la presencia del emérito sea descartada. El ex monarca ha estado este fin de semana en Sanxenxo. Y aprovechando su presencia en España, se barajaba la opción de que uniera la fiesta de Sofía. El emérito lo estaba deseando. Suponía un acercamiento a la corona y un pequeño blanqueamiento de su imagen. No obstante, el carácter íntimo de la celebración y la voluntad de discreción han sido argumentos suficientes para cumplir con los deseos de la reina de no invitar a su suegro.