La reina Letizia puede parecer fría en sus apariciones públicas, pero detrás de esa actitud parece que está su verdadera personalidad. Le encanta tener el control de las situaciones y, lo que es más importante, no le gusta que la toquen, ni mucho menos que le den dos besos.
Pilar Eyre, cronista especializada en la casa real, es una de las personas que ha confirmado esta peculiar característica de Letizia. Según ella, "Letizia no es cariñosa ni es muy de tocar. Sus propias hijas lo dicen, que ni siquiera las besa en público”. Eyre lo escribió en uno de sus artículos en la revista Lecturas, dejando claro que esta actitud es una parte integral de la personalidad de la reina.
A la reina Letizia le cuesta ser cariñosa con sus hijas en público
Si observamos los actos protocolarios, es raro ver a Letizia dando besos o abrazando a sus hijas. Si bien puede que las quiera con locura, le cuesta expresar su cariño de forma física. En eventos como la graduación de Leonor o la confirmación de Sofía, se la vio como una madre orgullosa de sus hijas, pero no se percibió un cariño excesivamente efusivo. Esto se aplica también a sus apariciones en Marivent. De hecho, el único abrazo efusivo que se ha visto recientemente fue cuando la princesa Leonor ingresó en la Academia Militar de Zaragoza.
Letizia no quiere que le den dos besos
Pero esta aversión a los gestos físicos cariñosos no se limita solo a sus hijas. Al parecer, Letizia detesta que la toquen o la abracen en general, lo que la hace parecer aún más fría y distante en público. Quizás se ha acostumbrado al protocolo, pero su preferencia es clara: prefiere dar la mano en lugar de recibir abrazos o besos.
Incluso en Alemania se han dado cuenta de esta particularidad de Letizia. Según la revista alemana Gala, “en un viaje a Nueva York, pidió que no le dieran dos besos, sino que la saludaran estrechándole la mano, como hacen los hombres”. Esto deja en claro que su preferencia por la distancia física es una parte arraigada de su personalidad y su forma de relacionarse en público.