Desde que se inició una campaña de desprestigio contra Letizia, la reina ha quedado fuera de juego. Es una mujer muy controladora y calculadora, y esta estrategia ha dañado su imagen. Ahora mismo ha perdido todo el control y ha tenido que aceptar el papel de consorte, como la reina Sofía. Durante la última década ella fue la que ostentó el poder por encima de Felipe VI, pero este último movimiento es la clara advertencia de que se avecinan nuevos tiempos en la corona, con un papel más relevante para Leonor y más residual para ella. De hecho, en los últimos meses siempre ha estado a la sombra de su marido, y prácticamente no ha tenido actos en solitario, algunas semanas ni ha aparecido.
Letizia se escapa a Milán, París y Londres con el avión privado
¿Y todos se preguntan qué hace la reina cuando está sola en casa? Se despierta todas las mañanas muy temprano, independientemente de que tenga un acto institucional o no. Le gusta aprovechar el día, no la noche. Se va a dormir muy temprano. Suele dormir unas ocho horas diarias para amanecer con un rostro radiante. Desayuna y practica deporte en el gimnasio con su entrenador personal, uno de los trabajadores más madrugadores. A veces también hace escalada para fortalecer sus brazos y su espalda. En verano incluso piscina. Le gusta salir a leer al jardín donde toma los primeros rayos de sol que no son perjudiciales para la piel, al contrario, producen vitamina para el cuerpo. Eso le aporta felicidad y vitalidad.
Cuando tiene tiempo libre, alejada de miradas de curiosos, la reina huye de España. Como la reina Sofía, comparte otra gran afición con ella, y son las compras. Letizia ha viajado hasta Milán, París o Londres para comprarse ropa, zapatos y bolsos. Además de conversar con sus diseñadores para estar al corriente de las últimas tendencias. Siempre intenta estar a última hora de la tarde en casa para poder cenar en Zarzuela, especialmente si están sus hijas.