Siempre se ha dicho que Letizia es una mujer muy exigente, demasiado controladora y calculadora, con una apariencia fría y distante que la aleja de la ciudadania, uno de los mayores problemas de la corona. En la última década ella ha sido quien ha impuesto siempre sus propias normas, tanto en la institución, dejando siempre a Felipe VI en un segundo plano totalmente desenfocado, sin aceptar su faceta de reina consorte, como en la vida privada. Incluso controlaba el menú de Leonor y Sofía en la escuela.

Letizia y uno de sus escoltas

La mala relación de Letizia y la Guardia Civil, demasiados exigentes ambos 

Pero no solo su familia está harta de sus normas, también sus empleados. Algunos incluso han abandonado por su culpa, están sometidos a demasiada presión por sus exigencias. Uno de los casos más evidentes son los escoltas de Casa Real, cubierta por personal de la Guardia Civil. Desde siempre se ha sabido que Letizia no tiene una buena relación con la Guardia Civil. Prefieren que contraten seguridad privada o policía nacional, no tiene una buena relación con la Guardia Civil. Se lo ha comentado también al ministro. La Guardia Civil es un cuerpo militar, depende del Ministerio de Defensa, mientras que la policía nacional es un cuerpo que depende del Ministerio del Interior. Letizia ha hablado con el Ministro de Interior. Le ha dicho que no quiere que haya Guardias Civiles escoltándola a ella. Insiste en que es por el carácter militar del cuerpo.

Felipe y Letizia con escoltas Europa Press

La Guardia Civil y Letizia chocan en su carácter. Ella es una mujer muy exigente, y no solo con su familia, también con sus empleados, donde figuran los escoltas de Casa Real. La Guardia Civil está harta de aguantar a alguien así.

Miembros de la escolta han pedido el traslado de Zarzuela por culpa de Letizia. Discute mucho con ellos, es una mujer muy perfeccionista. No la aguanta más. Están saturados. Provoca en ellos demasiado estrés y ansiedad y así no se puede trabajar, raro en ella que siempre ha priorizado la salud mental de las personas.

Letizia se enfada cuando alguien hace una fotografía a Leonor y Sofía, especialmente cuando eran niñas. Pero los escoltas no podían controlar todas las fotografías, ahora todo el mundo puede hacer fotos con un teléfono móvil y es muy complicado. Viven una situación límite, muy exigente, y deciden irse. Cambian de escoltas cada dos por tres.