A los Borbones se les conoce de muchas maneras. La familia real, con Felipe al frente y antes que él, su padre Juan Carlos, recibe a menudo muchos nombres en función de quien se dirige a ellos. Los más pelotas se llenan la boca a riesgo de atragantarse cuando dicen aquello de Su Excelentísima Alteza Real o Sus Majestades los Reyes. Autoridades, invitados, cargos nobles, otros royals, utilizan nomenclatura con tufo de naftalina para dirigirse a los monarcas. También hay quien prefiere optar por una opción más descriptiva, pero a veces, algunos adjetivos utilizados con la casa real tienen cierta retranca. Así, nos podemos encontrar con el emérito para dirigirnos a Juan Carlos o el femenino para hacerlo con la reina Sofía, o el preparao para hablar con tono burlón de Felipe VI. Capítulo aparte merecen los apodos y motes que se utilizan, a veces desde Zarzuela mismo, para hablar de Felipe o Letizia.
La reina es quien ha recibido más nombres diferentes cuando se habla de ella, por ejemplo, los amigos de su marido o los miembros de la familia real que no le tienen las simpatías mayores del mundo. Unos amigos del Borbón que no se han cortado un pelo a la hora de definirla de manera significativa, después de las tensiones con su querido suegro, con quien se detestan. En Los Borbones: una familia real, se nos dice que "Tal fue la tensión que a Letizia se le conoció por un curioso mote entre los amigos de la Casa Real: 'la jolines'". Claro está que ninguno de tan ofensivo como lo que se podía leer en el libro Letizia. La reina impaciente, del escritor argentino Leonardo Faccio, donde se nos decía un mote sangrante que los amiguis de Felipe utilizaban en sus quedadas hablando de la ausente mujer de su marido: "Los amigos de Felipe VI, a quien han llamado 'el Sereno', no toleran que él se haya casado con una plebeya y, a sus espaldas, llaman 'Chacha' a la reina Letizia. Un mote degradante que reciben las empleadas del servicio doméstico".
O las amigas, como Sonsoles Ónega, que le dicen Let. Lo que no sospechábamos es que dentro de algunos estamentos tan declaradamente monárquicos cometieran errores impropios con el nombre de Letizia, y más, teniendo en cuenta la pila de años que hace que está en las vidas de los Borbones y que se convirtió en la mujer de Felipe y posteriormente, en reina de España. Pero todavía hay quien tiene problemas con su nombre y la característica gramática que lleva. Y es que cuando Letizia apareció en escena, todo el mundo alucinó con el uso de la letra 'z' en lugar de la 'c' que tocaría antes de la vocal 'i'. ¿Qué ha pasado recientemente? Que Letizia ha inaugurado la Cumbre de Mujeres Juristas que organiza anualmente el Colegio de la Abogacía de Madrid, "para acelerar el tránsito de la igualdad legal a la real", dicen. Letizia, presidenta de honor en un acontecimiento que ha coincidido con el Día Internacional de la Mujer.
Previamente al acto, el mencionado colegio de abogados madrileños envió a los medios de comunicación una nota de prensa detallando el desarrollo de las diferentes ponencias que ha habido. ¿Y cómo se refieren a la reina, recordemos, presidenta de honor? Con un error de primero de Letizia. Y es que tal como dicen en Monarquía Confidencial, "el gabinete de prensa del Colegio se confundió al citar a la reina dejando visible un error gramatical en su nombre: utilizó una "c" (Leticia) y no una "z" (Letizia)"... A estas alturas de la película... Como diría aquel, manda huevos.