La princesa Leonor, heredera al trono español, ha iniciado uno de los capítulos más importantes de su formación como futura reina. Este sábado 11 de enero, la joven se embarcó en el buque-escuela Juan Sebastián de Elcano como parte del programa de instrucción de la Escuela Naval Militar, una travesía de 140 días que la llevará a cruzar mares y visitar diversos países. Sin embargo, este viaje no solo es significativo para su preparación, sino que también ha puesto en marcha un exhaustivo sistema de vigilancia orquestado por la reina Letizia, preocupada por garantizar la seguridad de su hija en cada momento.
Según fuentes del Diario de Cádiz, el buque ha sido equipado con tecnología avanzada para cumplir con las exigencias de los reyes. Se han instalado sistemas de localización por satélite que permitirán conocer la posición exacta de la princesa en tiempo real durante toda la expedición. Además, se ha mejorado significativamente la conexión a internet a bordo, proporcionando un ancho de banda que asegura comunicación constante entre Leonor y sus padres. Estas medidas buscan no solo garantizar la seguridad de la princesa, sino también tenerla controlada en todo momento en un viaje que marcará su desarrollo personal y profesional.
Lavado de cara al Juan Sebastián de Elcano para recibir a la princesa Leonor
Las reformas realizadas en el Juan Sebastián Elcano van más allá de las actualizaciones tecnológicas. El histórico buque-escuela ha recibido mejoras en los últimos meses, en vistas de la incorporación de Leonor, que incluyen una renovación de las áreas clave como la enfermería, los camarotes y los aseos.
Además, se ha instalado un sistema de climatización actualizado para mejorar la comodidad de la tripulación. Estas modificaciones tienen en cuenta no solo el bienestar general, sino también las necesidades específicas de una figura de tanta relevancia como Leonor, cuyo papel en la monarquía la convierte en una prioridad absoluta para la Casa Real.
La reina Letizia quiere controlar a la princesa Leonor durante toda la travesía
El nivel de control que los reyes han decidido implementar no es casual. Letizia, conocida por su carácter meticuloso, ha sido la principal impulsora de estas medidas. Fuentes cercanas aseguran que la reina desea que Leonor se sienta respaldada en esta experiencia única, pero también quiere tener acceso directo y continuo para garantizar que todo esté bajo control. Las escalas previstas en países como Brasil, Chile, Perú, Colombia, República Dominicana y Estados Unidos añaden un componente internacional a esta etapa, aumentando las preocupaciones logísticas y de seguridad.
Aunque el viaje será una oportunidad para que Leonor demuestre su autonomía y liderazgo, el control constante que ejercerá la Casa Real refleja la importancia de mantener una imagen impecable de la heredera y protegerla de cualquier eventualidad. La travesía finalizará en Ferrol, donde Leonor se reincorporará a la Escuela Naval Militar para concluir su curso.