Casa Real vuelve a su nueva normalidad de anunciar los actos oficiales de los reyes y Letizia esta semana solo trabaja dos días. Ni siquiera acompaña a la hija mayor al primer día de escuela. Tiene una reunión de la Lucha contra el cáncer el jueves y un acto el martes por la noche por el día del Cooperante. De Zara a cuadros. Pero vista desde arriba, la reina se ha pasado con la austeridad: tiene todas las raíces blancas. Las canas se la comen como si fuera Rosa Tous.
En una obsesión bipolar, la reina quiere que su imagen parezca natural, pero sólo de la frente hacia arriba, Tiene toda la cara marcada por varias operaciones de cirugía estética pero en cambio quiere destacar que no se tiñe el pelo a pocos días de cumplir 48 años. El próximo martes, 15 de septiembre, Letizia soplará 48 velas y avistar los 50 le ha hecho adoptar un nuevo lema: "Canas sí, arrugas no".
Una explicación a su aversión al tinte de la reina es que quiera parecer más royal, más borbona, como el marido. Sabe que si Felipe abdica por corrupción quien reinará será Leonor y durante los próximos tres años hasta su mayoría de edad Letizia sería la regente y jefa del Estado. En los sueños de Letizia su única opción de reinar. Ahora o nunca. Y si hay que parecer austera, raíces grises como la vecina loca de los gatos.