Letizia tiene un problema con su imagen, no le gusta su cara. Hace años que se somete a operaciones de cirugía estética para cambiarse las facciones, todas, de la nariz en la barbilla. Y cada verano tiene el mismo problema: tiene pánico al envejecimiento que provoca en la piel tomar el sol y evita el bronceado natural cueste lo que cueste, pero como no quiere aparecer pálida a finales de junio, ha optado por un maquillaje efecto bronceando que ha sido un fracaso, exagerado y poco royal. Letizia como un conguito, mulata:
Letizia ha cometido un exceso con los bronceadores artificiales que dan un efecto bronceado de tarro que le ha dejado la piel grasienta y brillante. Los flashes no engañan, a la reina se le ha ido la mano con el efecto bronceado, quiere hacer Pascua antes de Ramos, quiere estar morena antes de poner un pie en la arena del Caribe o dondequiera que viaje y tiene la piel con brillos|brillanteces de tarro de maquillaje. De brocha gorda un dedo de grasa, muy poco royal. En la prensa afín la defienden. Para Vanitatis lo que hace la reina es "jugar cono los bronceadores si bien no permanentes, con cosméticos que iluminen y logren el efecto del sol tan solo de forma superficial".
Sostienen que "Letizia no se expone de forma prolongada al sol, ya que jamás hemos apreciado la más mínima mancha en su piel. Su base de maquillaje tampoco suele tener mucha cobertura, más bien recurre en bases ligeras o cremas cono algo de color. Y así se crea el bronceado sin solo". El problema es que ya hace sol y por lo tanto no hace falta esta capa de color marrón que contrasta mucho con el resto de los invitados de los actos, empezando por el mismo Felipe.
Hay otro problema, el resto de invitados de los actos oficiales o parecen enfermos de tan blancos o cuando dan besos en la mejilla de la reina quedan manchados. Tan se vale, nadie la critica. La anterior ocasión que sucedió, Hola culpó el vestido: En su revista de cabecera la defienden y culpan al traje, que le resalta, dicen, el "efecto bronceado". Hola: ""No es secreto para nadie que las primeras semanas de entretiempo nos vemos en la difícil tesitura de dejar parte de la piel al descubierto con el alza de las temperaturas, tras meses de cubrirla con jerséis o abrigos. Para hacer frente a esta transición, existen prendas que, sea por la textura de su tejido o por el color, nos ayudan a obtener un efecto bronceador y rejuvenecedor. Es el caso de este dos piezas de vibrante color naranja, una gama cromática conocida por aportar estas mismas propiedades a quien la lleve". La culpa de la piel grasienta de Letizia no es suya sino de Zara. No cuela.