Letizia ha tenido dos actos seguidos como reina, el martes en el Reino Unido con el príncipe Carlos en el castillo de Auckland (norte de Inglaterra), para visitar una colección de pinturas de Francisco de Zurbarán en la Galería Española. Los comentarios fueron todos de gran sorpresa, apareció como una mujer muy operada y sin una gota de tinte en la cabeza. Muy canosa, le daba un aire crepuscular palabra interesante, entre Montserrat Nebrera y la madre Tous. Letizia martes:
En cambio, dos días después reaparece en Logroño totalmente teñida y muy diferente. Alguien la avisó de que España no está preparada por una reina madre. Este años hará medio siglo, 50 años de vida, y ya son muchos. Pero a Logroño, teñidísima. Ha durado poco la naturalidad. Letizia jueves:
Letizia se pone y se quita años como cuando se cambia de zapatos. Todas las miradas iban a los pies por sus zapatos de piel de ante, impresionantes. Jaleos habla así de la reina: : "Lo más llamativo del look han sido los complementos, en los que la Reina ha recuperado unos zapatos y un bolso, de la línea CH de Carolina Herrera que le dieron grandes éxitos en el pasado. Ambos son en tono camel, Los zapatos originales de la marca eran planos, Letizia les ha añadido su plataforma personal, cosa que hace mucho ahora, para que le resulten más cómodos".
Pero la sorpresa no son los zapatos sino los morados del tobillos. El detalle ha atraído a los paparazzis:
Lo que no han destacado de la foto es que Letizia ha aparecido con los pies totalmente destrozados, no ya con las venas marcadas por su delgadez y vigorexia, sino con unos extraños hematomas que podrían ser debidos a una ruptura fibrilar. Letizia deja los pies a la vista en plena ola de frío con unos zapatos de tacón vertiginosos. Los dos pies a la altura de los tobillos tienen marcas moradas enormes que hacen daño de mirar: Le acostumbra a pasar, hace poco en otro acto oficial:
Para comprobar que no es un efecto óptico de sombras, otro fotógrafo de otra agencia ha hecho fotos de detalle de los pies de la reina. Y sí, tiene marcas como si hubiera llevado botas esquiar demasiado apretadas durante sus vacaciones secretas de Navidad donde estuvo desaparecida muchos días. Todavía le duran en abril.
Se aprecia el mismo color morado cerca del tobillo que Letizia, lejos de esconder con unas medias o zapato alto, ha lucido sin complejos. Se demuestra que ella, a pesar de no ser royal sino plebeya, también tiene sangre azul.