La reina Letizia tiene un trauma personal de primera magnitud con los trastornos de salud mental. El 7 de febrero de 2007 la princesa de Asturias recibió una llamada telefónica demoledora y trágica. Su hermana Érika se había suicidado, intoxicada por una ingesta masiva de pastillas. Sufría una depresión que nadie pudo ni tratar ni aliviar. Ni los contactos infinitos y poderosos de la Casa Real sirvieron de nada para evitar este desenlace horripilante; de hecho en el polémico libro 'Adiós, princesa' de su primo David Rocasolano se aseguraba que la presión ejercida por la consorte empeoró el estado de Érika. Hablaba de llamadas histéricas y controladoras por parte de Letizia. Una pesadilla.
Aquel funeral dejó imágenes escalofriantes, con la reina totalmente destruida. Tristeza, remordimiento, culpa... Vete a saber qué pasaba por su cabeza. La paradoja, sin embargo, es cómo se ha comportado Letizia a partir de aquel trance luctuoso: no ha tenido nunca ningún gesto de recuerdo en el día del aniversario del deceso, y su implicación en cuestiones de salud mental y suicidios es insuficiente, muy pobre. Lo peor del caso es que esta actitud hería y de qué manera a la hija de Érika: su sobrina Carla Vigo. La joven de 22 años ha crecido sin madre y con una tía ausente y autoritaria. Muchas prohibiciones, muchos toques de atención, mucha estigmatización... pero ni calor, ni apoyo ni el más sencillo ademán de comprensión.
Érika Ortiz, hermana de la reina Letizia, se suicidó en 2007. Su hija Carla Vigo nunca ha sentido el apoyo de su tía
A medida que han ido pasando los años y que Carla ha ido madurando los reproches hacia la reina Letizia se han hecho más evidentes y más desgarradores|. Hace visible una lacra, la de los comportamientos autolíticos, que la mujer de Felipe VI tapa a través de su actitud indolente. Lo que ahora nos preguntamos es cómo se habrá tomado la reina, presidenta de honor de UNICEF España y Defensora para la Salud Mental de la Infancia y Adolescencia, la preocupante noticia que ha hecho saltar todas las alarmas en la familia Ortiz y en Zarzuela. Una en la que Vigo y las enfermedades mentales vuelven a ponerse sobre la mesa. Carla acaba de salir de un hospital, donde ha pasado semanas ingresada por un problema que no es ninguna broma: sufre de bulimia. Lo ha confesado ella misma durante un directo en redes sociales este 8 de marzo, según leemos en 'Jaleos'.
Alarma en Zarzuela, Carla Vigo sufre una enfermedad mental. Semanas ingresada en el hospital
La bulimia, la anorexia y otras enfermedades de este tipo son consideradas por los especialistas como trastornos mentales graves, no son solo no querer ingerir alimentos o hacerlo de manera compulsiva. Los afectados son millones en todo el mundo, víctimas de una distorsión de la imagen personal que puede desembocar en tragedia. "Empecé a verme mal. A los 14 años empecé a hacer cosas perjudiciales para mí, pero fue con ocho o nueve años que comencé a verme mal en el espejo. Era una niña y no sabía qué me estaba pasando. No lo supe identificar porque tampoco nadie me había hablado de ello", relata Carla, que va regularmente a terapia de grupo y que en más de una ocasión ha compartido contenidos de esta naturaleza con sus seguidores. Aunque ya tiene el alta y está en casa, "de momento, no he salido porque he tenido recaídas. Recuperarme como tal, no, es muy complicado. Sucede como con los alcohólicos, que nunca se recuperan del todo".
Carla Vigo es una persona que siempre ha molestado en Zarzuela, jamás hemos visto ningún gesto público a su favor. Esperamos que este susto haya cambiado las cosas.