Letizia, la ahora reina de España, ha recorrido un camino poco convencional desde su carrera como periodista en TVE hasta su posición actual como parte de la monarquía española. Sin embargo, su llegada al trono no estuvo exenta de controversias y tensiones en el pasado, marcando el inicio de una nueva era en la monarquía española. A pesar de su ascenso, los recuerdos de su vida anterior persisten, especialmente en cuanto a su relación con los compañeros de TVE y los incómodos motes que la acompañaron.
Cuando Letizia, una periodista común, se comprometió con el entonces príncipe de Asturias en 2003, causó un gran revuelo en toda España. A pesar de haberse preparado para destacar en los informativos de TVE y aspirar a roles ejecutivos, su destino dio un giro inesperado al convertirse en la reina consorte de España. Sin embargo, las experiencias laborales de la esposa de Felipe VI no fueron tan positivas como podría suponerse. Según informantes, no gozaba de la apreciación de sus colegas, y de hecho, tenía un apodo tras bastidores que no era precisamente halagador.
Una de las noticias más comentadas a nivel nacional es la antipatía que Juan Carlos I y Sofía sienten hacia Letizia. Este descontento no resulta sorprendente, considerando la falta de linaje noble, el estatus de mujer divorciada y la inclinación republicana de Letizia, lo que generó tensiones en la Casa Real al no cumplir con los estándares tradicionales de una futura reina. Sin embargo, lo verdaderamente impactante podría ser que, a lo largo de sus años en el ámbito laboral, la esposa de Felipe VI no logró forjar relaciones sólidas. Su personalidad, caracterizada por una obsesiva búsqueda de la perfección y una innegable inteligencia, la precede. Aunque estas cualidades fueron evaluadas durante su trayectoria en TVE, al parecer, no fueron suficientes para ganarse la aprobación general.
Relaciones tensas en TVE
En los pasillos de la redacción, Letizia era conocida como "Letizia la ficticia", un apodo que no dejaba espacio para sutilezas. La razón detrás de este mote revela una dinámica laboral compleja: sus colegas creían que su personalidad era un elaborado disfraz. Las relaciones tensas y la falta de confianza se tejían en cada interacción. Su ambición de convertirse en directora ejecutiva del medio informativo la llevaba a ser percibida con suspicacia por parte de otros comunicadores y presentadores, quienes creían que detrás de su aparente amabilidad se escondían intenciones ocultas.
Más allá de "Letizia la ficticia": los otros motes de la reina
Pero este no ha sido el único mote que ha recibido la reina Letizia por parte de sus detractores. Los amigos del rey se referían a ella como “la jolines”. Según Carmen Enríquez: “Letizia parece ser que tenía la costumbre de decir con cierta frecuencia 'jolines'”. Según informantes cercanos a Casa Real, Juan Carlos I siempre se refirió a Letizia como "la Princesa de Tolosa". Se dice que Tolosa es una abreviatura de 'todo lo sabe'. Además, según la revista alemana ‘Bunte’, el rey emérito también se refería a la esposa de su hijo Felipe con términos como "La Chacha", "La Criada" o "La Plebeya".