El matrimonio entre Felipe y Letizia está totalmente roto. En el último año se ha confirmado que los dos harían vidas separadas, y se mantendrían unidos solo por la institución. Coincidirían en los actos institucionales. Ya que sus hijas tampoco viven habitualmente en Zarzuela tampoco tienen que esconderse ni aparentar. Expertos en Casa Real han asegurado que el monarca nunca estuvo enamorado de la periodista, y viceversa. El hijo de Juan Carlos I debía casarse con una mujer que le diese descendencia para heredar el trono, y le presentaron a la asturiana, una de las mujeres más ambiciosas, capaz de cualquier cosa por ser poderosa. Aceptó sin pensárselo dos veces, aunque tardó poco en darse cuenta que se equivocó, esa vida no era para ella.
Letizia y Felipe VI habrían celebrado veinte años casados de mentira. Según Maica Vasco firmaron un matrimonio de conveniencia por el bien de ambos. El monarca le expuso sus condiciones y los beneficios que obtendría. Los reyes nunca se divorciarían, de hecho habrían cesado la convivencia siguiendo los pasos de Juan Carlos I y la reina Sofía. Harían vidas separadas en casa y en los fines de semana, siempre de forma discreta.
El contrato que firmó Letizia delante de Felipe VI
Una de las cláusulas que firmó Letizia es poder hacer su vida por separado de Felipe VI. Siempre y cuando fuese discreta, podría verse con otros hombres. Se la relaciona con un empresario. Aunque su relación estuviese rota, a la monarca no le faltaría nunca de nada, tendría la vida solucionada para siempre. Según el contrato que firmaron, la madre de Leonor y Sofía tendría dos casas, una de verano y otra de invierno, y contarían con personal de servicio todo el año para su máxima comodidad.
Además, por atender a la corona y guardar siempre silencio, Letizia recibiría una pensión compensatoria y vitalicia hasta el fin de sus días de millones de euros. Según periodistas como Laura Rodríguez, la monarca habría pedido a Felipe VI una cuenta con 50 millones de euros fuera de España para firmar el divorcio con él y que cada uno pudiese hacer su vida por separado. El único problema de toda esta historia serían las niñas. Leonor y Sofía deberían quedarse en Zarzuela, donde viviría el actual rey. La reina debería marcharse del recinto.
Letizia estuvo a punto de abandonar a Felipe VI cuando conoció a Jaime del Burgo. Ya habían visto casas en Miami y pretendían formar una familia mediante la gestación subrogada.
