Los reyes terminan hoy su viaje de Estado a la República Italiana. Han estado en Roma y en Nápoles, alojados en la residencia del Embajador de España en Roma. Felipe VI y Letizia cenaron en el palacio del Quirinal, oficializada por el presidente de Italia, Sergio Mattarella. La reina recibió todos los aplausos por su elegancia. Siempre destaca con sus vestidos. Su grupo de asesores acierta de nuevo. En esta ocasión se ha decantado por un vestido largo de riguroso negro de la firma italiana Max Mara. Elegante y sencilla, aun así volvió a opacar al monarca.
Letizia se muestra siempre como una mujer fría y distante, no se sale ni una sola raya de su rol. Ni tan siquiera se salta el protocolo, y cuando algo no sale como esperaba se enfurece y se nota en su cara y en esa mirada casi asesina a Felipe VI. Le gusta tener todo controlado y calculado al milímetro, sin errores.
Letizia no es perfecta: el secreto que esconde cuando va al lavabo
Sin embargo, aunque muchos crean que la madre de Leonor y Sofía es perfecta, realmente no hay nadie perfecto. Letizia esconde sus errores para que nadie se percate de ellos. Casa Real mantiene esa figura de la monarca, pero podría dejarla caer. Letizia se ausentó en varias ocasiones de la cena, y no precisamente por alguna dolencia o porque necesitaba ir al baño. La mujer de Felipe VI tiene un vicio que oculta porque no está bien visto en una reina. Cuando está nerviosa, estresada o con ansiedad, Letizia necesita fumar. Fuma de forma ocasional, algún cigarro. Se esconde en el baño para hacerlo. Vuelve a los cinco minutos, se toma un chicle de menta y nadie sospecha absolutamente nada.
Fue Leonardo Faccio quien destapó, en su libro sobre Letizia, que la reina fumaba a escondidas en los lavabos. Uno de los episodios relatados involucra a un académico que, tras un evento, observó cómo Letizia sacaba un paquete de cigarrillos de su bolso, sorprendiendo a quienes la perciben como defensora de un estilo de vida saludable. Aunque trata de mantener el hábito en privado, estos detalles han surgido en conversaciones, dando lugar a un contraste entre su imagen pública de abanderada de la salud y su dependencia oculta del tabaco.
Letizia siempre ha apostado por una alimentación saludable, basada en los superalimentos y eliminando ultraprocesados. Además, es defensora del deporte y lo practica diariamente a las seis de la mañana. Sin embargo, ella también bebe alcohol y fuma, aunque sea a escondidas y de forma esporádica.