Este 2018 la prensa hemos dedicado miles de artículos, columnas, minutos de TV y radio sobre el estilismo, outfits, ropa, maquillaje y peluquería de la reina Letizia de España. Su Majestad tenía que escoger con qué acto oficial quería acabar este año que le ha supuesto una enorme devaluación de credibilidad como imagen de la Corona. Lo tenía fácil imitando a otras monarquías europeas que, quizás porque es Navidad, visitan a los más necesitados. Meghan Markle sin ir más lejos ha visitado una residencia de ancianos. ¿Qué ha hecho Letizia? La Reina, en el Museo del Traje para entregar la V edición de los Premios Nacionales de la Industria de la Moda:

Casa real

Podríamos insistir en que para recuperar imagen se pone su color fetiche, el rojo España subido de tono. Que para destacar cuan delgada está marca cintura con ""un vestido fit que presenta la cintura ampliada. Un detalle inusual en su vestidor con el que, junto a la ausencia de escote con un corte a la caja elevado, potencia una imagen visual más estilizada" (revista Hola).

Casa reial

Que ha querido ponerse navideña para su discurso no escrito felicitándonos las Fiestas  "Un guiño a la Navidad. Su tradición no escrita con la que Letizia nos regala un buen chute de color antes de tomarnos las uvas". (revista Semana). Podríamos decir todo eso pero toca decir otra cosa en la última aparición de la reina este año.

Casa real

Letizia vive muy alejada de la calle. La vislumbramos de lejos: pequeña. Actos de entrega de premios, el Congreso de los diputados, recepciones a jefes de estado, el mundo de la Moda... ¿No tiene ni un solo asesor o criterio propio para ponerse ropa de calle y visitar un comedor para gente sin hogar, una asilo de ancianos, una residencia de niños huérfanos, un hospital infantil...? ¿Alguna cosa que permita dejar de hablar por un solo día sobre si va de rojo España, cintura ajustada y zapatos a juego? ¿Podría pronunciar un discurso? ¿Podría parecer humana? Feliz Navidad, Letizia.