La princesa Leonor, un mes después de salir del puerto de Cádiz a bordo del buque-escuela Juan Sebastián Elcano, entre lágrimas de su madre, para continuar su formación marina en alta mar después de unos meses en la escuela naval de Marín, ha vuelto a poner un pie en el suelo. Después de unas cuantas semanas en el agua, haciendo las pertinentes prácticas, subiendo arriba y abajo, en las velas, limpiando la cubierta, haciendo guardias o haciendo todo lo que le han mandado, la heredera ha vuelto a tocar tierra. Tres semanas después de que el barco abandonara el puerto de Las Palmas de Gran Canaria, primer parón, y un mes después de salir de Cádiz, finalmente han llegado a puerto en su primera etapa en tierras americanas, donde visitarán ocho países diferentes. El primero, Brasil, concretamente, el puerto de Salvador de Bahia.

Primera escala en América de las que hará los próximos meses, donde la hija de Felipe y Letizia ha sido recibida al son de una batucada por un grupo de mujeres percusionistas de una escuela de Carlinhos Brown, y por la embajadora de España en Brasil. La joven Borbón estará allí hasta este miércoles, y ha tenido tiempo de hacer un poco de turismo, asistiendo también a una ofrenda floral a los caídos de las fuerzas armadas y a un acto institucional y cargado del protocolo habitual, para conmemorar el 400 aniversario de la recuperación de la ciudad brasileña de manos de los holandeses por parte de una flota hispano-portuguesa.

Tal como avanzaba Monarquía Confidencial, este parón estaba marcado en rojo en Zarzuela, ya que "no aseguraba una buena experiencia para Leonor porque, según fuentes cercanas a Zarzuela, podría verse afectada por el llamado ‘mal de tierra’, experimentar sensaciones como trastorno de vértigo y desequilibrio, que pueden surgir después de un período de exposición al movimiento del barco en el mar". Una molesta sensación de pensar que todavía tiene el mar bajo los pies a pesar de estar en tierra firme. Por no hablar de la posibilidad de que "afrontara situaciones bruscas de cambio de presión, o sufrir barotraumatismo, un trastorno causado por la despresurización brusca de los oídos como consecuencia de un cambio de presión ambiental". Y la madre de la criatura, Letizia, estaba muy preocupada.

Y es que según fuentes del citado medio, "quien se ha mostrado más preocupada por el bienestar de su hija ha sido la reina Letizia: no se nos olvide que es una madre y está más pendiente de lo que hace su hija”. La reina y su marido, pero sobre todo ella, han podido hablar con su hija una vez ha puesto los pies en Salvador de Bahía. Los monarcas han mantenido su primera conversación tierra firme con la princesa, y según han podido saber, lo primero que le han preguntado a la joven ha sido relacionado con eso: "¿Cómo fue la travesía, muchos mareos?". Ha sido la misma Leonor la que les ha tratado de calmar, explicando con detalle el viaje de instrucción, y quitando hierro: "No ha estado mal. La travesía no se me ha hecho muy pesada".