EN Blau creó un nuevo término: Ranizia, la mezcla de Rania de Jordania y Letizia. No hay dos reinas consortes más similares en toda la Tierra. Alejadas por el Mediterráneo entero, que las separa. La madrileña es un poco más joven que la jordana, no mucho: 50 a 52, pero siempre se le ha querido parecer. Se ha visto reflejada en ella hasta la obsesión. Como cuando los pacientes van al cirujano plástico con la foto de un o de una celebrity y piden "Quiero ser como ella". Letizia era guapa cuando hacía el Telediario y ahora es un engendro, eso sí, muy similar a Rania. O van al mismo cirujano o les gusta la misma cara de gato. Todas las personas operadas se parecen entre ellas. Este lunes era el acto oficial más temido por Letizia: visita de los monarcas jordanos a Madrid. Hacía 8 años que esto no sucedía. Y visita de las consortes a un taller de Patrimonio Nacional. Son siamesas separadas al nacer:
Son dos almas gemelas y a la misma edad quieren parecer más jóvenes. Y se han sometido a mucha cirugía plástica en la cara, tal vez en el mismo cirujano. Al final no son dos mujeres jóvenes sino dos mujeres mayores operadas. La última foto de Rania mirando a cámara no puede esconder los cortes de bisturí ni con filtros a instagram. Es como un maniquí de cera, labios, pómulos, cejas, barbilla... Es más fácil deducir qué no se ha operado:
La jordana conserva un exotismo que la hace imbatible pero es una mujer que sería guapa si pudiera mantener las facciones de la cara. No es que no tenga arrugas. Es que no tiene cara. Es una masa uniforme, sin expresividad, la piel tensionada como un globo y con los ojos como almendras de tanto como le tira el cogote. Un horror y un error quirúrgico. Y a la vista de todos los súbditos. A Letizia le pasa lo mismo:
Rània es cierto que se ha pasado con el bisturí un poco más que Letizia. Mirar Rania es como la App de moda de Inteligencia artificial sobre cómo será Letizia dentro de dos años. Si sigue al mismo ritmo de intervenciones, Letizia será Rania. Normal que dé paso a Leonor. Letizia es cada día más una desconocida para los españoles. No por el velo de misterio que la cubre sino por irreconociblemente operada. Mención aparte es que mientras los maridos hablaban de asuntos de Estado, las consortes hacían "turismo femenino". Como si fuera Carmen Polo de Franco:"Las reinas Letizia y Rania de Jordania se han mostrado muy afectuosas y cordiales durante su primer encuentro con motivo de la visita de los reyes de Jordania a España y en el que ambas han visitado las Escuelas Taller y Talleres de Empleo de Patrimonio Nacional, ubicadas dentro del Palacio Real". Muy poco ejemplar.
La presencia del príncipe Hashem en la foto oficial, recién casada, ha sido noticia. Faltaba Leonor, que ya no se sabe si está en Gales, en Madrid o en Brasil con su novio. Hashem era un posible candidato y que explicaría el secreto collar en árabe de la princesa. Pero Leonor llega tarde, se casó hace pocos días. Rania y Letizia consuegros, y cada Navidad podrían hacer un congreso de cirugía plástica en Zarzuela.