Si hay dos almas gemelas a la realeza mundial son Letizia de España y Rania de Jordania. Ambas de la misma edad: Letizia 47 y Rania 49 años. Intentando luchar para parecer más jóvenes. Y se han sometido a tanta cirugía plástica en la cara, tal vez en el mismo cirujano, que parecen siamesas. Separadas al nacer. Al final no son dos mujeres jóvenes sino dos mujeres mayores operadas. La última foto de Rania mirando a cámara en videoconferencia por el coronavirus no puede disimular los cortes de bisturí como hace con filtros en instagram. Es como un maniquí:
Una mujer que sería guapa si pudiera mantener las facciones de la cara. No es que no tenga arrugas. Es que no tiene cara. Es una masa uniforme, sin expresividad, la piel tensionada como un globo y con los ojos como almendras de tanto como le tira el cogote. Un horror y un error quirúrgico. Y a la vista de todos los súbditos. A Letizia le pasa lo mismo:
En Blau ha hecho una recopilación de los encuentros de las dos reinas donde parece un efecto óptico. Son una reina operada mirándose en el espejo:
Rania no ha podido disimular cuando mira a cámara. Su instagram es un muestrario de cirujano plástico:
Siempre la misma cara letiziesca. En los vídeos como el último cuesta distinguirlas. Son mellizas de bisturí. Ranizia.