Las revelaciones de Jaime del Burgo sobre presuntas infidelidades de la reina Letizia al rey Felipe VI provocaron un cambio de roles en la casa real. Letizia, que durante años ha sido quien dictaba las directrices de buena parte de lo que pasaba en palacio, ha pasado a ocupar un segundo plano. Los altos cargos de la monarquía consideran que su imagen está dañada y que conviene apartarla para potenciar la imagen de Felipe VI y de su hija, la princesa Leonor, futura reina de España.
Estos cambios quedan reflejados, por ejemplo, en la asistencia de Letizia al 60 cumpleaños de la infanta Elena, celebrado el pasado mes de diciembre. Un evento en el que la consorte coincidió con sus cuñadas, con las que se conoce que no tiene buena relación, y con su suegro, el rey emérito Juan Carlos I, con quien las tiranteces duran desde que la consorte entró a formar parte de la familia real. En épocas del mayor esplendor de Letizia, esta estampa ni se hubiera planteado.
Overbooking en Zarzuela
Otro ejemplo es el hecho de que tres de los hijos de la infanta Cristina e Iñaki Urdangarin se hayan instalado en Zarzuela desde hace un tiempo. Primero fue Irene, en los últimos meses de 2023, tras no haber podido entrar en la escuela de hostelería de Lausanne. Posteriormente llegó Miguel, que sufrió un accidente mientras se formaba para ser monitor de esquí. Mientras que más tarde fue Juan quien se unió a sus hermanos. El joven ha pasado parte del verano en Zarzuela. En este caso, con la Letizia empoderada, nunca se hubiera permitido.
No obstante, esta estampa, que supone una pesadilla para Letizia, está a punto de acabarse. Ha regresado de París como un ciclón, organizando los meses que vienen por delante motivada por el hecho de que en los próximos días no quedará en Zarzuela ni uno de sus sobrinos por parte de la familia Urdangarin. La reina incluso está presionando para que se aceleren los acontecimientos.
Los Urdangarin abandonan Zarzuela este mes
Irene se marcha a estudiar al Reino Unido, mientras que Juan recuperará su vida en Londres, donde tiene un trabajo en la empresa de carreras off road Extreme E. Esta compañía, fundada en 2018 por Alejandro Agag, marido de Ana Aznar, y el ex piloto Gil de Ferran, se dedica a reducir la contaminación en la Fórmula 1 y a motivar el uso del coche eléctrico.
Miguel, por su parte, sigue recuperándose y ya está mucho mejor. Sus planes pasan por abandonar palacio a finales de septiembre. Un momento que Letizia está deseando fervientemente. Si fuera por ella incluso les ayudaría a hacer las maletas y a ponerlas en la puerta.