En Europa hay reinas y reinas, pero no a todas les gusta tanto darle al pico como a Letizia. La mujer de Felipe VI es noticia siempre que organiza un corrillo con mujeres para contarse sus secretos de belleza o, como ayer, en el que una yaya cuyo nombre era Maruja, se fundía en un abrazo con la nuera de Juan Carlos I, 'El Campechano'.
La revista ¡HOLA! sacaba a colación hace unos días 50 curiosidades de Letizia y algunas sorprendían gratamente. Desde su especialización por la lengua de signos a la pedida de mano de Felipe, pasando por el motivo por el cual ya no tienen más hijos los reyes de España. Otra anécdota que daba la revista y que nos ha asombrado es referente a la estética de Letizia. Decíamos lo de los corrillos, porque en muchos de ellos Letizia se pone al día con muchas marujas que le preguntan cómo se lo hace la reina por mantenerse tan en forma física y estéticamente a los 50 tacos. La mamá de Leonor y Sofía se sigue pareciendo a aquella reportera que presentaba el telediario de La 1 con apenas los 30 recién cumplidos. Corría el año 2002, y ahora, casi dos décadas después, sigue causando furor cada vez que pisa la calle.
Uno de los últimos corrillos en los que Leti fue la protagonista se llevó a cabo en la última Feria del Libro de Madrid. Mientras Letizia les aconsejaba a cuatro ancianas lo importante que es leer y aprehender de los libros, ellas flipaban con sus canas. "¡Pero tíñase las canas, reina!", le soltaba una de ellas. Ni caso: Letizia está muy orgullosa de ellas y es, junto a Carolina de Mónaco, una de las pocas monarcas que ya no se tiñe. Lo dejó de hacer en 2018 y desde entonces son su seña de identidad. Según se dice, no es que sea una moda pasajera: es que realmente a la reina le gustan las canas. Olé.
Obsesionada con su pelo: sus trucos ocultos
Más allá de las canas, una de las obsesiones de Letizia es su cuidado capilar. La mujer de Felipe 'El Preparado' le da una importancia sideral a su pelazo y es por eso que es capaz de levantarse más temprano de lo que le toca para acicalárselo o, incluso, retirarse antes de una reunión de amigos si tiene que ponerse un rulo o arreglarse su cabellera. Sus secretos para mantener tal melena son sencillos, aunque a la vez costosos: champús orgánicos y no usar tintes, aunque estos no lleven amoníaco. La recompensa para la reina es satisfactoria... "¡Qué pelazo tienes!", exclamó Juana Acosta en una cena en el palacio real. Se quedó corta.