"En unos días cumplo 17 años. Y les aseguro que descubrir la obra de nuestros premiados me ayuda a entender mejor el mundo que nos rodea. Su labor me empuja, a todos en realidad, a seguir aprendiendo. He leído sobre cada uno de ellos y me impresiona todo lo que han conseguido. Me importa y me interesa, porque sé que su trabajo, sus esfuerzos, miran al futuro e influyen en el presente". Son las palabras de la protagonista del día, la princesa Leonor, en la entrega de los Premios Princesa de Asturias que se entregaron este viernes en el teatro Campoamor de Oviedo.
Todo el mundo emocionado, la familia real al completo, también las abuelas, con una Paloma Rocasolano llorando emocionada por la nieta y una reina Sofía de los nervios y con cara de pocos amigos, con prisas por salir en la foto antes que su nieta. A ella le lame un pie que la prota fuera la princesa, como se demuestra en estas imágenes:
La emérita, con cara de vinagre, tensa durante todo el acto, y escenificando lo que es un secreto a voces. ¡Qué decimos secreto! Lo que todo el mundo sabe desde lo que pasó a las puertas de la catedral de Palma hace unos años, cuando su nuera limpió de la frente de Leonor un beso que le había dado Sofía y donde le dejó claro a la madre de Felipe que le da asco. Porque en estos premios en Asturias se ha vuelto a demostrar que Letizia y Sofía se odian, se ningunean, pasan olímpicamente la una de la otra, especialmente una Letizia que no se esconde y que hace todo lo posible para no tener ni que cruzar la mirada con su suegra, disimulando de manera evidente, y buscando siempre alguna excusa para no tener que demostrar ningún gesto cariñoso hacia la madre de Felipe.
Letizia, humillando a Sofía y pasando olímpicamente de su cara. Claro está que para caras, la de la emérita, un poema, en una imagen captada por una agencia, que ha pasado desapercibida para la mayoría. Una mirada de odio y desprecio. Una mirada cargada de rencor, indisimulado, justo cuando la reina asturiana estaba radiante y sonriendo feliz ante el público, regalándose un baño de masas, y detrás, a la sombra, salía Sofía fulminándola con la mirada:
Ríete tú de la peli de terror Smile, que ahora triunfa en los cines, y que muestra imágenes menos escalofriantes que esta. Si las miradas matasen, Letizia, a estas horas, estaría ya muerta y enterrada. A Letizia, sin embargo, le lame un pie su suegra, y continuó como si nada. También, evidentemente, haciendo gala de su carácter mandón, esté donde esté. Y si en medio de un besamanos tiene que interrumpir los saludos para reprender a los invitados y decirles que en este caso, primero tenían que saludar a Leonor y después a Felipe, lo hace: