Letizia es madre de Leonor y Sofía, por lo menos las ha llevado en su vientre porque han aparecido fotografías de la reina embarazada en dos ocasiones. Sin embargo, según Jaime Peñafiel, la princesa y la infanta serían realmente hijas biológicas de Erika Ortiz. El cronista se basa en sus fuentes para afirmar algo tan controvertido. Según su teoría, la mujer de Felipe no podía tener hijos, pero eso es totalmente falso si se apoya la teoría de los abortos en el pasado.
Cuando Letizia conoció a Felipe le confesó que había abortado en una clínica de Madrid, según Jaime Peñafiel, Joaquin Abad o Jaime del Burgo sería de David Tejera. El periodista nunca se pronunció. El entonces príncipe aplaudió ese acto de sinceridad y eliminó todas las pruebas para que no quedase ni rastro y todo fuesen habladurías.
Antes de su relación con Felipe y después de finalizar su primer matrimonio con su amor de instituto, Letizia tuvo un breve romance con David Tejera. Cuatro meses antes de casarse con el príncipe, decidió interrumpir su embarazo en la clínica Dator de Madrid. Para evitar que este incidente afectara a la corona y a su posibilidad de casarse por la iglesia con el futuro rey, pidió a su primo David que eliminara todas las pruebas. Estas revelaciones se encuentran en el libro de David Rocasolano y han sido confirmadas también por Jaime Peñafiel.
Según David Rocasolano, Letizia pagó 240 euros para realizar el aborto el 27 de octubre de 2002. La factura del procedimiento llegó a manos del propietario de la editorial Foca, Ramón Akal, quien insistió a Rocasolano para que escribiera sobre el asunto. En su libro, Rocasolano describe: "La voz de Felipe elevó mis niveles de atención. Aún no estaba acostumbrado a que un príncipe se dirigiera a mí, ni en esos términos ni en ningún otro. ‘Lo que quiero es que desaparezcan todos los papeles. Todos’", habría dicho Letizia. Siguiendo las instrucciones, Rocasolano quemó los documentos para que no quedara rastro. “Si me eligieron a mí para eliminar el rastro, es porque no tenían a nadie más. Felipe no se atrevió a encargárselo a alguien de su entorno por temor a que la información se filtrara al rey. Es bien sabido que Juan Carlos y Sofía se opusieron desde el principio a que Felipe se casara con una divorciada”, añade Rocasolano.
Letizia no se fiaba ni de su sombra, desconfiaba de toda la familia
Además, Isidre Cunill, en su libro ‘Letizia Ortiz: una republicana en la Corte de Juan Carlos I’, reveló que Letizia tuvo otro aborto en México a principios de 1996, cuando era estudiante. Este procedimiento se llevó a cabo en el hospital Médica Sur del Distrito Federal. La periodista Laura Rodríguez también ha sugerido la posibilidad de un tercer aborto en la vida de Letizia.
Estas revelaciones han arrojado luz sobre momentos delicados en la vida de Letizia, momentos que han sido cuidadosamente ocultados para proteger su imagen y la estabilidad de la corona. La intervención de su primo David Rocasolano fue crucial para asegurar que estos hechos no salieran a la luz en su momento, permitiendo que Letizia pudiera seguir adelante con su matrimonio con Felipe y su papel como futura reina de España.
Según Maica Vasco, Letizia, una mujer muy paranoica, reunió a toda la familia, tanto a los Borbón como a los Ortiz, aunque sospechaba más de los de Felipe, para saber quien filtraba información al exterior de ella. Les contó que estaba embarazada, era de Leonor, de un chico, que se llamaría Pelayo. Según la periodista, “estas trampas es de una persona que ha perdido completamente el norte”, nunca ha confiado en su familia.