El pasado 5 de enero, Juan Carlos I cumplió 87 años. El emérito sabe que su final está cada vez más cerca y mientras pueda no quiere dejar pasar ninguna celebración. Como ya hizo el año pasado, aunque en esta ocasión de forma menos ostentosa para no recibir otra reprimenda por parte de Felipe VI, reunió a sus amigos más íntimos y a algunos familiares para celebrar su cumpleaños. Una vez más, las únicas ausencias estuvieron marcadas por los actuales reyes y sus dos hijas, la princesa Leonor y la infanta Sofía. Letizia no quiere que sus hijas se vinculen a la figura del emérito debido a sus múltiples polémicas, por ello verlas es una misión complicada.
La celebración comenzó oficialmente la noche del 4 de enero, aunque algunos familiares y amigos se instalaron en su mansión unos días antes para celebrar la entrada al nuevo año con el emérito, como sus hijas Elena y Cristina. Está en un momento muy delicado y no quieren que esté solo. Los médicos ya le han comunicado que se quedará en una silla de ruedas, ya que los tratamientos no surten efecto.
Letizia no quiso felicitar a Juan Carlos I
Según ‘Vanitatis’, Juan Carlos I echó en falta a sus dos nietas pequeñas y a Felipe VI, no dijo nada de Letizia, su relación es prácticamente nula. Tal y como informa el mencionado portal, la princesa y la infanta le llamaron por sorpresa mediante videollamada y estuvieron hablando con su abuelo durante unos minutos. Las dos le felicitaron y después fue el turno de su hijo. El monarca le felicitó de parte de la reina, alegando que en estos momentos no se podía poner, pero estaba totalmente libre. Oyó un “felicidades” de fondo. Letizia se negó a salir en esa videollamada, provocando una nueva discusión con Felipe VI.
Juan Carlos I vivió un cumpleaños agridulce. A través de las redes sociales se pudieron conocer algunos momentos de esta fiesta. De sus amigos saudís, el emérito recibió algunos regalos como fuegos artificiales y un espectáculo de drones.
La fiesta continuó con un cóctel, seguido de cena y brindis de las bodegas Marqués de Murrieta y Marqués de Riscal. Según informan a ‘Vanitatis’ no faltaron en el menú productos nacionales como la tortilla de patata, el jamón de jabugo, queso y embutidos. Y por supuesto tarta con velas.
Las infantas Elena y Cristina le dedicaron unas emotivas palabras, y posteriormente sus nietos.